"No basta con abandonarse a un vago impulso místico para atraer a la Divinidad. Cuando uno se abandona, es pasivo, entonces no es seguro que reciba la Divinidad , sino más bien a unos espíritus tenebrosos que, viendo allí un ignorante sin protección y abierto a todos los vientos, se alegran de hallar un lugar donde instalarse.
Cualquier cosa que deseéis emprender, debéis comenzar preparando las condiciones. Cuando debéis verter un líquido, leche por ejemplo, en un recipiente, miráis que éste esté limpio; y si está sucio, lo laváis. Y vosotros mismos, si os parecéis a un recipiente sucio, ¿creéis que el Espíritu Santo vendrá a instalar su morada en vosotros? Los que vendrán serán entidades tenebrosas, impuras, porque se sentirán atraídas por el alimento que está ahí en vosotros en forma de pasiones, instintos mal dominados. Evidentemente, puede venir el Espíritu Santo, pero sólo el día en que le hayáis preparado, a fuerza de trabajo, un habitáculo aceptable para él."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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