IF I HAVE SEEN FURTHER IT IS ONLY BY STANDING ON THE SHOULDERS OF GIANTS
SIR ISAAC NEWTON

lunes, 8 de julio de 2013

Si y que deliciosa manera de vivir


Hay algún lugar donde me pueda esconder
Donde los colores y los espacios estén ausentes de tu evocación
Un reloj que no guarde espacios entre los segundos
En que no quede un tiempo en que no piense en ti
Un aliento que no guarde suspiros que anhelan por tu cercanía
Existe un pensamiento que a la larga no termine ligado a tu presencia
Algún agradable sabor que no me recuerde la magia de tu sazón
Vivo a través de ti
De pensar, sentir, mirar, gustar de tu presencia en cada momento de mi vida
Dirán que estoy loco por vivir así
Sí y que deliciosa manera de vivir
Porque lo que le haces sentir a mi corazón hasta  los dioses lo desearían

para Amparix de Eduardo Buenaventura Díaz

 

Así que deja de repetir este es mi cuerpo y yo hago con el lo que quiero, que eso esta bien para la mente infantil.


 
Si sirves en el ejército te dan:
Un uniforme completo, con  ropa interior y botas incluidas
Un armamento, sin balas hasta que aprendas a usarlo.
Y otras cosas más, que utilizarás durante tu estadía ahí
Ni tú, ni tus padres pagaron por ello
Los recibes por el hecho de entrar a la patria a servir (así dice el cartel)
Cuando vienes a este mundo se te proporciona:
Un cuerpo, que es un bio-uniforme de acuerdo a tus necesidades de aprendizaje, que emplearás durante tu estadía aquí.
Un sistema nervioso autónomo que mantendrá con vida a ese bio-uniforme con todos los programas básicos de supervivencia incluidos.
Un córtex pre programado, o sea sin libre albedrío hasta que aprendas a ejercer tu libertad con responsabilidad.
Otros le llaman sentido común
Al igual que en el ejército tu “tiempo de servicios” está dispuesto
Luego tu nacimiento y tu partida ya se ha programado con anterioridad
Y sólo se alterará en caso de demostrada necesidad
Tienes un plan de aprendizaje, una currícula a cubrir durante tu estadía.
Al igual que en el ejército, tu permanencia en él le cuesta al Estado: alimento, vivienda, medicamentos, entrenamiento, transporte, etc.
El universo invierte en ti: energía, materia, información para tu manutención.
Tú no puedes comprar luz solar, ni estelar, agua, energía telúrica, ni alimentos, todo ello gratuitamente se te abastece.
Si tienes la apariencia que pagas por ello es pura ilusión, reflexiona un poco en ello.
Si piensas que tu cuerpo es tuyo y por lo tanto puedes hacer lo que quieras con él, déjame decirte que has sido víctima de una estafa cultural.
Este cuerpo no te pertenece te fue prestado por la creación
Ah dirás, pero lo heredé de mis padres
Bueno, a ellos también se les prestó un bio-uniforme que tenia las funciones de reproducción incluidas en el.
Si durante tu estadía en el ejército infringes algún daño o haces mal uso de los bienes que el Estado te asigna, te los harán pagar o los tendrás que reponer.
Al igual aquí, si haces mal uso de tu cuerpo asignado te enfermarás.
Y si no durante tu próxima venida usarás uno con carencias (limitaciones).
O sea se te “descontará” para reponer el mal uso que hiciste del anterior.
Y al igual que en el ejército cuando te dan de baja miras con añoranza el lugar donde maduraste y aprendiste
Deseando llevarte algún souvenir dirás: ah me llevare esto que tanto tiempo usé y me es muy querido.
Pero en la garita de control te revisarán y te lo harán dejar, te dirán, ¡soldado esto le pertenece al ejército y no a usted!
Así, por más que ames a tu cuerpo no te lo podrás llevar, ni nada de lo que empleaste aquí.
Todo es provisional.
Dejarás todo que se reciclará en materia prima, que mas adelante con otros fines al universo le servirá.
Además si lo hicieras alterarías la Ley del equilibrio materia-energía universal.
Así que deja de repetir “este es mi cuerpo y yo hago con él lo que quiero”, que eso está bien para la mente infantil.  
El bio-tipo que tienes obedece aun propósito y a un fin.
Es el principal medio de tu instrucción, aprendizaje y enseñanza
No es tu cuerpo, lo tienes bajo tu cuidado
Estas bajo contrato de concesión de uso con el universo.
Por lo tanto ¡no deberías hacer con el lo que se te pegue en gana!
De Poemas a mi ego de Eduardo Buenaventura Díaz.

La compasión es la verdadera naturaleza de la que está hecho tu corazón



Maestro
¿Qué es la compasión?
Es ver en los demás a otro Yo
A los sufrientes por carencias físicas, con pobreza y enfermedad
Mirarme en el ignorante y en el pecador
Verme en el criminal y en el violador también
En el ególatra, pedante y en el vanidoso ¿por qué no?
Pues todos son YO, en algún estrato de mi evolución
Los venenos de la ignorancia, egoísmo e ira se han posesionado de sus cuerpos-mentes.
Como el alcohol atrapa el cerebro de un hombre sano
Haciéndole ver las cosas como no son
Así ellos (los venenos) cubren la prístina naturaleza de su puro ser.
Al cambiar de posición y de lugar con ellos
Te verás a ti mismo
Como si retrocediendo en el tiempo, te vieras gatear y caerte al aprender a caminar
Balbucear y diciendo cosas ininteligibles al tratar de hacerte comprender.
O llorando por alcanzar algún juguete fuera de tu alcance.
O cuando adolescente cometiendo los faltas propios del crecer y madurar.
Te reirás de ti mismo o te dará pena verte a ti mismo tan limitado en ese cuerpo-mente de un infante.
O dirías como no hubo alguien  que me hiciera entender, o a lo mejor, corregirme de mi error.
Así mi querido amigo a través de la meditación descubres tu unidad con todo
Descubres tu yo inmerso en los demás y en la totalidad
Y en lugar de despertar en ti la ira, la critica, el juzgamiento y el deseo de destruir.
Solo emerge la compasión, que es la octava superior del amor
Con esa clara visión de tu mente ¿Cómo podrías criticar o juzgar? ¿Ofender o sentirte ofendido? ¿Cómo desearías venganza o el mal a alguien? 
La compasión no es algo que se desarrolla, sino que se descubre en la medida que disminuye tu ego y más vive tu yo.
Mi querido, la compasión es la verdadera naturaleza de la que está hecho tu corazón.
Terminando de decir esto tomo el dinero que había depositado sobre su regazo.
Musitó una plegaria sobre él y me lo devolvió.
Tómalo y guárdalo, no lo gastes ahora es un protector.
Aquí yo tengo todo lo que necesito.
Aunque lo que yo veía era un viejo manto tapando sus hombros y una figura humana muy demacrada 
Mi inspirado maestro era ciego, pero sentí el poder en su santa mirada al despedirnos.
Monté la mochila sobre mis hombros y me alejé raudamente, para que no viera mi vergüenza por mi humana pequeñez.

De Poemas a mi ego, Eduardo Buenaventura Díaz