IF I HAVE SEEN FURTHER IT IS ONLY BY STANDING ON THE SHOULDERS OF GIANTS
SIR ISAAC NEWTON

jueves, 2 de junio de 2011

Babaji...el Maestro inmortal que contempla el drama de los siglos estará siempre presente en esta escena terrestre.

Un avatar vive en el Espíritu omnipresente; para él no existe la distancia inversa del cuadrado. Sólo una razón motiva a Babaji para que mantenga su forma física de siglo en siglo: el deseo de ofrecer a la humanidad un ejemplo concreto de sus propias posibilidades. Si no se le concediera al hombre vislumbrar nunca, destellos de la Divinidad encarnada, permanecería siempre atado a la pesada ilusión de Maya y pensaría que jamás podría trascender a la inmortalidad.
 Jesús conoció desde u principio la secuencia de su vida; pasó al través de cada evento, no por él ni por el pago de ninguna deuda kármica, sino sólo en pro de la elevación espiritual de los seres humanos dotados de poder de reflexión. Y para beneficio de las generaciones futuras los cuatro cronistas y discípulos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, escribieron el drama inefable.
 Asimismo, para Babaji no existe tampoco la relatividad del pasado, presente y futuro; desde el principio, él ha sabido y conocido todas las fases de su vida. Sin embargo, acomodándose al limitado entendimiento del hombre, ha llevado a cabo muchos actos de su divina vida en la presencia de uno o más testigos. De este modo fue posible que un discípulo de Lahiri Mahasaya estuviera presente cuando Babaji consideró que el tiempo había llegado para que él proclamara las posibilidades de la inmortalidad corporal. El pronunció esta promesa en presencia de Ram Gopal Muzumdar, para que finalmente fuera conocida y sirviera de inspiración a otros corazones que buscan la verdad. Los grandes hablan y participan del natural curso de los acontecimientos únicamente para beneficio del hombre, como Cristo lo dijo:
 “Padre, sé que siempre me has escuchado: mas por causa del pueblo que está en torno, le dije, para que crean que tú me has enviado”.
 Durante mi visita a Banbajpur con Ram Gopal, “el santo que no duerme”, me contó la asombrosa historia de su primer encuentro con Babaji:
 “Algunas veces dejaba mi solitaria cueva para ir a sentarme a los pies de Lahiri Mahasaya en Benares - me decía Ram Gopal. Cierta noche, mientras meditaba con un grupo de sus discípulos, el Maestro me hizo una súplica sorprendente:
 - ´Ram Gopal´, me dijo. “Ve inmediatamente al ghat de Dasamedh”.
Pronto llegué al lugar solitario. La noche estaba muy clara, gracias a la luz de la luna y las estrellas. Después de que estuve sentado en paciente silencio por algún rato, mi atención se fijó en una losa grande, situada cerca de mis pies. Lentamente, la piedra se levantó, revelando una cueva subterránea. Según la piedra permanecía balanceándose en forma inexplicable, la forma vestida de una hermosa y dulce mujer fue “levitada” de la cueva hasta cierta altura en el aire Rodeada por un tenue halo, descendió lentamente frente a mí y permaneció inmóvil, sumida en un estado de profundo éxtasis. Al fin se movió y habló con suavidad:
- “Yo soy Mataji”, la hermana de Babaji. Le he pedido a él y a Lahiri Mahasaya que vinieran a mi cueva esta noche para discutir un asunto de gran importancia`.
Una luz nebulosa viose flotando rápidamente sobre el Ganges; la extraña luminosidad se reflejaba sobre as opacas aguas. Se aproximó más y más, hasta que, con un reflejo deslumbrador, apareció al lado de Mataji y se condensó instantáneamente en la forma humana de Lahiri Mahasaya. El se postró con humildad a los pies de la santa mujer.
Antes de que saliera de mi asombro, fui nuevamente maravillado al contemplar una masa circular de luz mística que viajaba por el cielo. Descendiendo con rapidez, el llameante torbellino se acercó a nuestro grupo y se materializó en el cuerpo de un hermoso joven, quien, como desde luego comprendí, era Babaji. Se parecía a Lahiri Mahasaya; la única diferencia era que Babaji aparecía mucho más joven, y tenía el cabello largo y brillante. Lahiri Mahasaya, Mataji y yo, nos arrodillamos a los pies del gurú. Una sensación de beatífica gloria excitó todas las fibras de mi ser cuando toqué su divina carne.
 - “Bendita hermana”, dijo Babaji. “Estoy pensando abandonar mi forma y sumergirme en la Corriente Infinita”.
 - “Ya había yo vislumbrado tu plan querido maestro. Y quiero discutirlo contigo esta noche. ¿Por qué deseas abandonar tu cuerpo?”.
 La gloriosa mujer le miraba con gesto implorante.
 - “¿Qué diferencia hay si utilizo una onda visible u otra invisible en el océano de mi Espíritu?”.
 Mataji contestó con un raro relámpago de ingenio:
 - `Inmortal gurú, si no hay ninguna diferencia, entonces, por favor, no abandones nunca tu forma física”.
 - “Así sea” dijo Babaji solemnemente: “nunca abandonaré mi cuerpo físico. Permaneceré siempre visible, cuando menos a un pequeño grupo de personas en este mundo. El Señor ha expresado sus deseos al través de tus labios”´
Como yo escuchaba atemorizado la conversación entre estos seres excelsos, el gran gurú se volvió a mí con un gesto benigno:
 - “No temas, Ram Gopal”, me dijo; “ha sido para ti una bendición el ser testigo de la escena de esta promesa inmortal”.
 Según la dulce y melódica voz de Babaji se desvanecía, su forma y la de Lahiri Mahasaya se elevaron lentamente, regresando por encima del Ganges. Una aureola de deslumbrante luz envolvía sus cuerpos según éstos se desvanecían en el cielo de la noche. La forma de Mataji flotó hacia la cueva y descendió; la laja de piedra cerró la entrada, como si ésta operara movida por algún mecanismo. Infinitamente inspirado, tomé el camino de regreso a la casa de Lahiri Mahasaya. Cuando me incliné ante él, al amanecer, mi maestro me sonrió comprensivamente.
 - “Estoy contento por ti, Ram Gopal”, me dijo. “El deseo que con frecuencia me has expresado de conocer a Babaji y Mataji ha tenido finalmente una sagrada realización”.
Mis condiscípulos me informaron que Lahiri Mahasaya nos se había movido de su lado desde hora temprana de la noche anterior.
 - “Nos ofreció una maravillosa disertación sobre la inmortalidad después de que tú partiste para el ghat de Desasamedh”, me dijo uno de los chelas (discípulos).
Por primera vez, me di cabal cuenta de la verdad de los versos de las escrituras, según los cuales, un hombre que ha alcanzado la autorrealización puede aparecer en diferentes lugares y al mismo tiempo, en dos o más cuerpos a la vez."
 - Lahiri Mahasaya me explicó más tarde muchos puntos metafísicos concernientes al secreto plan divino destinado a esta tierra, terminó diciendo Ram Gopal.
”Babaji ha sido escogido por Dios para permanecer en su cuerpo durante la duración de este ciclo particular del mundo. Las edades vienen y van; sin embargo, el Maestro inmortal que contempla el drama de los siglos estará siempre presente en esta escena terrestre".


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