IF I HAVE SEEN FURTHER IT IS ONLY BY STANDING ON THE SHOULDERS OF GIANTS
SIR ISAAC NEWTON

viernes, 20 de septiembre de 2013

El arquero, el arco, la flecha y el blanco son lo mismo


Un arquero
Para llegar a darle a un blanco
Sopesa la dirección del viento, la humedad local y el peso de su flecha
Tensa su arco, se direcciona hacia el objetivo, apunta, contiene la respiración y suelta su saeta
La flecha se libera de la tensión del arco, surca el firmamento en busca de la diana
Seguro que llegará a su final, el arquero solo espera, oteando el horizonte donde se halla su meta.
De igual manera el hombre es como una flecha lanzada por él mismo
El arco son sus motivaciones buenas o malas, sus ideas sobre las que basa su vida
La cuerda son sus actos y sus acciones
El que tensa la cuerda, son sus emociones
La dirección de su objetivo depende de sus ideales
El viento y la humedad son los obstáculos que encuentra en el camino de sus realizaciones
La "suerte" avizora el panorama hacia donde se dirige el hombre, seguro que él mismo labró su destino
El arquero, el arco, la flecha y el blanco son lo mismo
Asimismo
El hombre sus ideas, sus actos, sus emociones y su destino, son uno solo
¡Estamos hechos de pensamientos!
Lo que somos, es el resultado de lo que hemos pensado
Nuestra realidad, está construida de nuestros pensamientos
La posibilidad de cambiar nuestro destino está en cambiar nuestra manera de pensar.
Y ese cambio no puede venir desde el "ser condicionado" que somos
Solo vendrá desde el espacio donde nuestra conciencia es ilimitada
Un pez no puede pensar en algo diferente al mar que lo rodea
Donde come, respira, se reproduce, vive y muere
Sin haber sabido jamás que existe un espacio ilimitado, libre y luminoso, más allá del condicionado estanque donde existe.
El hombre por igual, que no se arriesga a ir mas allá de sus propios pensamientos jamás conocerá su naturaleza ilimitada
La manera de ascender a ella, es a través de la meditación y la oración
Y así podrá regresar a su verdadera entidad, el ser de luz espiritual que siempre fue.

de Poemas a mi ego de Eduardo Buenaventura Díaz