Lo que se ve como erróneo, criticable, feo y desagradable
Es producto de nuestra visión parametrada, lateralizada y sesgada de la realidad, la cual es única integrada como una totalidad.
Esto es difícil de entender, pues nos acostumbraron a ponderar el uso de la razón e intelecto y no la intuición para comprender
El intelecto fracciona, secciona, diseca, separa, diferencia, es lógica y temporal
Engañan, mienten, ilusionan los sentimientos, hacen ver la realidad según la lateralidad de nuestra particularidad (personalidad).
La visón chamánica es inclusiva, integradora y absoluta, abarca todo dentro de la unidad.
Es la visión ínter hemisférica cerebral, cuerpo mente espiritual, ego y yo, creación y vacío en su totalidad.
Si ves una película recién cuando termina, la trama, los eventos malos y buenos se integran en una unidad.
Los villanos y héroes en partes iguales importantes son, para lograr un fin, el desenlace marcado por el autor del script.
La vida es igual, todos somos actores representando papeles dentro de ropajes ideales y especiales para un fin.
Mendigos y reyes, sabios e ignorantes, hombres y mujeres, villanos o héroes, no importan al final solo son papeles.
El espíritu nunca se mancha ni se degrada, no envejece, no nace y por ello nunca muere siempre es.
Para saber y aprender hay que ver la realidad desde su total integridad y de todos los ángulos apreciar el sentir y el por qué y así por fin comprender.
Si juzgas separas, divides, juzgas y si te ilusionas te separas: "en un tu y... en un otro".
Si sientes te integras, si intuyes englobas, si amas unes.
Así nuestra conciencia se permea hacia la posibilidad de vivenciar lo absoluto.
Y ser un ser de totalidad, se torna en la integradora vivencia del éxtasis espiritual.
Un hombre divino camina y conoce los dos lados de la moneda y los trasciende.
No existe lo bueno, sin lo malo, ni lo malo, sin lo bueno, el SER los comprende.
Ambos son necesarios si no fuera así la vida imposible seria.
Entender, comprender, aprender es integrar, unir es verdaderamente amar.
Sin juzgamientos, con empatía y solidaridad, con sabiduría y ecuanimidad.
Es regresar de la periferia y la separación a la unidad.
De la oscuridad a la luz.
De la ignorancia a la sabiduría.
De la muerte a la inmortalidad.
Hacia el sentir total, la visión global y el actuar correctamente en lo local.
De Poemas a mi Ego de Eduardo Buenaventura Díaz
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