Como faro en algún puerto de la lejana costa de la otra orilla.

Hace un año nos atrevimos a prender un fuego, un fuego más en la titilante noche.

Una luz, en medio del mar de luces que otros prendieron.

No pretendíamos ser algo en especial, solo estar para alguien que vibrara como nosotros.

Como faro en algún puerto de la lejana costa de la otra orilla.

Lux que otea en la oscuridad del mar embravecido de las circunstancias de la vida.

Ser una palabra, una visión, un pensamiento, que te recuerde el norte del mapa de tu destino.

Que eres un viajero en la luz, cruzando el universo

Y que te detuviste un tantito por este camino

Luz entretenida y atrapada entre los átomos de este gran cristal llamado tierra.

Con la esperanza de que tú presencia en ella, en un diamante la convirtiera.

Recuerda quien eres y no dejes que la ilusión del juego de la luz entre los espejos de la materia en un abalorio te convierta.

Que viajabas junto a las luces de las estrellas y ahora estas reclaman tu presencia

Que eres una hermosa melodía afluyendo en el mar luminoso de la vía láctea.

Sigue viajero en tu recorrido, que el universo cuenta con tu individual melodía para armar los acordes cósmicos del gran amor.

Ya es tiempo que remontes tu vuelo y ocupes tu legítimo lugar entre ellas.

Libérate de tus limitaciones y tus miedos que eres único y excepcional como todo lo creado.

Porque te hizo Dios y no los hombres.

Y eso es lo que eres al final, el hijo muy amado de Dios.

Un mensaje por un año de Linaje de la luz. One year, an amazing year.

Gracias por todos sus comentarios y apoyo lo sentí en el corazón, en donde más si los enviaron desde ahí.

Eduardo Buenaventura Díaz.