Cerebro de mosca
Se dice de un ser que busca en medio de todo, sólo el excrementoPuede estar en el jardín más bello y florido, pero su instinto lo guiará a husmear todo buscando algo malogrado, apestoso, o podrido
Su signo distintivo es: algo huele mal aquí, aunque nadie lo siente él insiste hasta que encuentra una señal
Luego se auto satisface diciendo yo tenía la razón, reforzando su lema piensa mal y acertarás.
Es el abogado del diablo de las santas causas, el encargado de encontrarle un defecto humano a un beato a santificar.
En otras palabras es el que dice: dicen que eres bueno, pero solo hasta que yo logre probar lo contrario.
Claro y siempre tiene la razón, pues quien es libre de pecado, no estará en este plano.
Nosotros tenemos cerebros de mosca también, cuando buscamos nuestros defectos y no nuestros aciertos.
Cuando nos fijamos más en lo negativo lo reafirmamos y lo materializamos
Es que soy un torpe
Es que nunca saldré de esta situación
Es que como digo que no
Es que soy un hipertenso (o cualquier enfermedad,... tienes pero no eres)
Mi mal es incurable
Nunca dejaré de ser pobre
Nadie me ama
Es que soy un pecador.
Etc.
Si sólo nos fijamos en lo "malo", nunca desarrollaremos aquello bueno que queremos (la salud por ejemplo)
Dicen que si soltamos una abeja en medio de un estercolero buscará una flor donde posarse y libar su néctar.
Una abeja siempre busca lo bello, aromático, armonioso y colorido.
Una mente de abeja siempre extraerá una enseñanza de una vivencia negativa
Se posará en el aprendizaje saludable y nutriente que rescatar de una relación perdida
Buscará una solución asertiva y positiva (como una flor) en medio de tantas negativas
Llorará lo necesario y luego se secará las lágrimas para poner manos a la obra y reconstruir su vida.
Si su médico le diagnostica un mal incurable tal vez se tambaleé un poco como una abeja con un viento cortado que le golpeó la cabeza
Pero rápido pensará en qué tiene que hacer y con qué medios cuenta y si no los tiene a la mano, los seguirá buscando sin desfallecer
Hasta encontrar en medio de tanta negatividad una flor de esperanza que alimente su férrea voluntad por la vida
Y apuntara guiada por la luz asía el norte de la felicidad huyendo de los malos olores de la desesperanza e infelicidad.
Si se interrelaciona con otras personas buscará lo bueno en ellas, “extraerá su néctar”
Una abeja comparte con los demás la miel, no raja, ni denigra, ni despotrica, de cada quien que se cruza en su vida.
Todos tenemos de todo, somos humanos y no santos, pero sí perfectos, si es que tenemos la benevolencia de vernos con los ojos de divinos y no desde los humanos.
Ahora escoge cerebro de abeja o mosca, pero no puedes tener los dos a la vez.
Porque uno es sanidad y amor a la vida, paz y fraternidad y el otro es fomentar la destrucción, la infelicidad y la muerte con seguridad.
De Poemas a mi ego de Eduardo buenaventura Díaz
2 comentarios:
dedididamente kiero ser una abeja
poema muy especial, dada la reflexion es que soy una ABEJA, completamente organizada y muy social, y para ello necesitas ser muy inteligente.
Si la abeja desapareciera de la faz de la tierra, el hombre no viviria mucho.
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