Y por ello el cielo está poblado de lo que el mundo llama: tontos e ignorantes, pero si de grandes amantes.

Usted no se da cuenta del daño que se hace al recordar y pensar que el Cristo está fuera de usted.

Cuando piensas así clara distancia pones entre Él y tú.

Porque por más cerca que El esté, nunca podrá estar dentro de ti.

Y aunque el mismo te lo dijera nunca le creerás ¿sabes por qué?, porque te catequi… perdón, te formaron así.

O tal vez si lo puedas hacer, a condición de que sólo sea en el pensar y en el sentir.

Y con eso sólo acentuaremos más las inexistentes diferencias.

Dirás que ¿cómo te puedes comparar con Él? eso ni pensar, verdad, El es el perfecto y ¿tú? bueno…no tanto, por decir lo mejor.

Así es como vamos poco a poco, separándonos de la divinidad y de nuestra realidad.

La divinidad en un altar y yo en cualquier lugar, así piensa el mortal.

Qué pena en verdad, escucharles así pensar.

Aceptar que Dios está fuera de nosotros, eso sólo a los humanos nunca Dios.

Por eso algunos dicen prepárate, cambia para poder recibir a Dios…en ti.

Sería más bien: escucha, estate atento, en silencio (de las cosas del mundo) y deja que hable y actúe el fuego Crístico en ti.

Si El hubiera visto diferencias (entre tú y El), el nunca hubiera podido ser el hijo de Dios (por que Dios es la totalidad).

Y aún más, nunca se fue y siempre está en ti, sino cómo crees que podrías vivir, El es la vida misma y todo lo demás.

Que eres un pecador y por ello no puede estar en ti.

En eso deberías estribar más bien tu dolor, en darte cuenta el daño que te auto infringes, con cada acto en ti, en contra del gran amor.

Así como para una madre no hay hijo malo, para "el amor de los amores" todos somos sus hijos muy amados.

En realidad El y tú son lo mismo, aunque digan que soy un demonio o blasfemo por hablar así.

Sólo que no lo descubres, es que estás distraído, dormido o ignoras como dicen los textos no leídos*.

Además hay una gran utilidad material en perennizar un pensamiento así.

Si él está fuera de ti se necesita un lugar, una gente, un manera de llegar y alguien que te enseñe a como a Él llegar.

Además como su reino no es de este mundo posiblemente tenga una embajada, hasta quizá un representante legal.

Además se dictará una norma, una ley que diga quiénes son los únicos que se merecen estar ahí, si te suena similar es pura coincidencia.

Porque no estoy hablando de alguien en especial aunque te suene similar, en todo lugar se piensa así.

Hasta en oriente ay gente que piensa que Dios está fuera de él.

Dios es la causa de toda vida buena o mala, baja o alta de todo lo creado él es su sustento siempre inmaculado.

El está sin estar, El es sin ser.

En un arranque de violenta ignorancia tú puedes negar ser el hijo de tus padres y aunque ellos también se propongan decir lo mismo, tu ADN no los dejará mentir, ni tampoco a ti.

La vida es esa muestra, de nuestra vinculación eterna con la divinidad.

Nadie podrá replicar la vida, ni aún la de una simple brizna de hierba, aún más ni siquiera de una pequeña y diminuta célula.

Sólo el amor puede ser ese vehículo de la vida y estar en ese crisol de su formación.

Ah hombres.

Difícil de creer claro dirás, gracias a Dios que no es para entender sino sólo los inteligentes lo habrían logrado.

Y por ello el cielo está poblado de lo que el mundo llama: tontos e ignorantes, pero sí de grandes amantes.

De poemas a mi Ego de Eduardo Buenaventura Díaz

*Dijo Jesús: «Si aquellos que os guían os dijeren: Ved, el Reino está en el cielo, entonces las aves del cielo os tomarán la delantera. Y si os dicen: Está en la mar, entonces los peces os tomarán la delantera. Mas el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y caeréis en la cuenta de que sois hijos del Padre Viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma».

EVANGELIO SEGÚN TOMÁS, Manuscritos de Nag Hammadi