Amar es aceptar, al amor en su naturalidad
Sin el antifaz injusto de nuestra necesidad
El de completar la carencia que le hace falta a nuestra integridad
Si deben ser diferentes para complacerte
O complaces cambiando tu ser, para su placer
Te estás ilusionando y si tu sortilegio no se cumple
Te harás el confidente inseparable
De la desilusión, el reclamo, el dolor y el reproche
Porque la causa de tu felicidad o infelicidad
La habrás transferido de tu centro, a otro ser
Queriendo cambiar un rol ajeno, en uno que te dé felicidad
Es ignorancia e inadvertencia, el no entender lo simple
Que es nuestra competencia el escoger, nuestra libertad de sentir
Ser feliz o infeliz
Si tu corazón está anhelante por algo más que lograr en los demás
Estás tratando de soñar, pero ¡no amar!
Cuando pretendes que dancen a tu ritmo, manipulas
Aprendiste mal, que amar era chantajear
Si tu corazón anda muy ocupado consigo mismo
Querrás recibir en vez de dar
De lo que te quejas, criticas, anhelas o buscas estas pleno
Y eso es lo único que conseguirás compartir con los demás
Primero debes amarte a ti mismo
Porque nadie puede dar de lo que no tiene,
Porque tu corazón, sólo puede dar, de lo que está lleno
Si te amas y te ves con naturalidad aceptando sin criticar
Lo diáfano y lo claro, así como tu oscuridad
Entonces estás preparado para compartir de tu haber
Y no esperas que alguien complete tu carecer
Podrás dar sin esperar recibir
Compartirás de lo que verdaderamente tienes, que es tu propio ser
Si pides o mendigas demostraciones de amor a otro
Querrás someter un corazón y éste perderá su ritmo
Deja que tu y su corazón latan espontáneamente
Cuando sea adecuado latirán acompasados
Y emergerán naturalmente, las experiencias del amor
Así dos ritmos crearán uno nuevo, el de la unión,
Sin perder su propia pulsación
Si no es así, ama sin poseer, deja que el otro fluya, emerja y florezca
Aunque no sea, ni con tu agua, ni con tu tierra
Pero si alimentado con la luz de tu amor
Bendecido y nacido
De la profundidad de tu verdadero yo.
Del libro Poemas a mi Ego, de Eduardo Buenaventura Díaz
5 comentarios:
Felicito señor Buenaventura sus poemas y escritos, son muy buenos y reflexivos. La divinidad le dio ese don tan especial.
Hey todo lo que publicas es de un gran contenido, profundo y trascendental
bien dicho, bien escrito, las mujeres suelen confundir el amor con el apego, con la codependencia, se creen dueñas del hombre, y el amor es otra cosa, es lo que te ayuda a crecer.
Me conmueve pero es una gran verdad y esta plasmado de una manera hermosa.
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