“LA VIDA SIN SUEÑOS NO ES VIDA”

No dejes que nadie te diga, que no lo puedes hacer.

Nunca dejes que alguien te diga que tú no puedes hacer algo, ni siquiera tus padres.

Si tú tienes un sueño tienes que protegerlo.

Las personas que no pueden hacer algo por sí mismas desearán decirte que tú tampoco puedes hacerlo.

Si tú deseas algo ve, consíguelo y arriésgate y punto.

Un dialogo de la película "En busca de la felicidad".

Pareciera una coincidencia todo esto, pero sin dormir no podríamos vivir, hay gente que dice: yo vivo sin dormir pero la verdad es que aún ellas tienen períodos cortos de sueño, que sumados durante el día cumplen con un mínimo necesario para la supervivencia, si no te dejaran dormir, por medios mecánicos en siete días morirías, dormir cumple una doble función por un lado la biológica que no tocaremos hoy y por el otro lado el psicológico donde sublimizamos nuestras emociones y  deseos (el inconsciente) mediante los sueños, pero también tenemos la oportunidad de conectarnos con nuestra supraconciencia donde los sueños son trailers o avances (como en las películas) de lo que viviremos si continuamos viviendo así, como lo hacemos y no cambiamos, ya sea esto bueno o malo, pero también nos pueden aportar inspiraciones desde el alma, para darnos una salida o responder a nuestras inquietudes de naturaleza superior, también pueden ser respuestas a las oraciones de nuestra alma, vemos que muchos inventos se dieron en los sueños, muchos mensajes salvadores se dieron en los sueños, pero lo que nos trae aquí ahora es comprender que muchos de esos sueños precisamente fueron inscritos  y estuvieron latentes desde nuestra niñez, pues son producto de la inspiración de nuestra alma y el propósito de nuestras vidas, lo que el alma vino a realizar en la presente encarnación. Muchos de esos sueños son truncados por la socialización primaria que ejercieron los padres o tutores o el medio social en que se nace, nosotros la mayoría de veces truncamos el sueño (la misión espiritual) de nuestros hijos, que como decíamos es el sueño del alma, descubramos el talento natural de nuestros pequeños, escuchando atentamente en qué dirección su corazón redobla con mayor fuerza sus latidos al mirarlo, para alentarlos en ese camino, auque a nosotros no nos parezca viable, esa es la única manera que estamos cumpliendo con la misión que el cielo nos encomendó, el de estar a cargo de la crianza de sus criaturas, durante su primeros siete años de vida nuestra atención debe ser prioritaria para crear los vínculos neuronales necesarios, relacionados con la fe, la esperanza y la paz, las carreteras biológicas, donde su sistema endocrino y neural queden marcados de tal manera, que eso sea su seguro para el futuro, cuando los problemas de la vida los alcancen, y ellos puedan salir adelante, rodéenlos de música, lectura y ambientes que refuercen los valores que secunden el logro de la consecución de sus ideales (sus sueños). Todos hemos sido diseñados para ser completamente felices, lo que pasa es que truncamos nuestro destino de luz por algunos falsos reflejos dorados, joyas de fantasía, cuyo interior sólo es de hojalata, que como hábiles mercaderes ambulantes el mundo materialista, que rodea a nuestros hijos, en los colegios, medios de comunicación, televisión, periódicos, revistas, etc.  se los vendieron, porque faltó el “Couch” de padres que estuvieran alertas de sus mentes, más que sus cuerpos, “mira con quien andas y te diré quien eres”, debería ser una premisa que más que de control, ser un motivador para poner junto a ellos elementos inspiradores de sus más altos ideales y valores.
Y si ya eres adulto, no dejes que la desesperanza gobierne tu vida, nunca digas que vales poco, porque alguien te enseño a juzgar a las personas por su aspecto físico, condición económica, o cultural, o del país que procedes, el diseño divino es perfecto, tú eres perfecto, cambia tu mente, reprográmate, encuentra el observador dentro de ti, el alma, recupera tus sueños, los que tienes guardados en el corazón, de repente fallaste, pero quien no lo hizo, lo más importante es seguir adelante…

De los programas de los días sábados en la radio de Eduardo Buenaventura Díaz.