EL TANTRA Y LA GRAN INVOCACIÓN, se realizan dentro de nosotros…(parte 3)

como dice en el Tao te King de LaoTzu , el uno genera al dos y ambos al tres y el tres a todo lo que existe, retomando, decíamos, que es la acción, el movimiento, la actividad, e aquí que viene a aposentarse el Tercer Rayo o la conexión con la tercera manifestación divina a través del vértice formado por el átomo físico etérico, que tiene como base generatriz el trípode formado por las tres cualidades de la inteligencia activa, que juntos, forman un tetraedro en cuyo centro brilla la joya en el loto que es la presencia del espíritu en el alma, el manas, este rayo se une al quinto centro, en la garganta que es un órgano generatriz de nuestra actividad vocacional y el asiento de la glándula tiroidea, aquí es donde se manifiesta aquello de que de: “Desde el centro que llamamos la raza de los hombres, que se realice el plan de amor y de luz y se selle la puerta donde se halla el mal”,  la raza de los hombres se refiere al campo genético evolutivo tanto de la herencia filogenética y ontogénicas que tenemos, y se manifiesta en el cuerpo formado por los 5 elementos, que ahí se realice el plan del cielo, que se canalizan a través del Sistema Nervio y del corazón, el plan de amor y luz y serrar la puerta donde se allá el mal, esto se refiere a que los chakras inferiores sean dominados por los chakras superiores, de tal manera que el llamado mal, que son todas nuestras tendencias latentes, producto de nuestra evolución, puedan ser controlas y puestas al servicio de un orden superior, alegóricamente seria: como cuenta el Apocalipsis, San Jorge y la conquista del dragón por “el dragón (las pasiones, instintos, emociones básicas, etc.) dominado por el príncipe un arcángel, que es la representación del alma, voluntad y propósito que blandiendo la afilada lanza o espada de la sabiduría, ósea la conciencia, salva a la princesa que son nuestros sentimientos, nuestra imaginación, nuestro lado femenino, nuestro poder creativo que si queda a merced del dragón sólo generará monstruos (pensamientos nefastos, egoístas, violentos, etc.) o seremos destruidos por el fuego de las pasiones básicas, así los chakras superiores 7ª, 5ª, 4ª intermediados por el 6ª centro subyugando a los inferiores 3ª, 2ª y 1ª,  ahí se cumple entonces lo de: “Que la luz el amor y el poder restablezcan el plan en la tierra y cada quien cumplamos con nuestra parte”. Se refiere a nosotros en general que cumplamos nuestra parte en el lugar donde vivimos como padres de familia, ejerciendo nuestra profesión, como ciudadanos o el papel que desempeñemos en al sociedad para Dios no hay papel pequeño o grande, para el todos son sus hijos muy amados y en particular en nuestro cuerpo se refiere a que cada célula, centro nervioso, plexos, u órganos, etc. cumplan con estar al Servicio del supremo el alma y sirva de vehiculo al señor supremo…al decir esto, el maestro comenzó a cantar al compás de su tambor los bellos textos sagrados cobraron vida, todos acompañábamos uniendo nuestros cantos al sonido de nuestras palmas, así la atmosfera, de este pequeño lugar olvidado del planeta pero santificado, elevo sus plegarias y como volutas de incienso se esparcieron por todo el planeta perfumándolo, llenándolo  de un olor desconocido, ya olvidado el producido por el corazón sabio y amoroso  de un maestro y sus discípulos en medio de una selva material…

Extracto del libro “El vuelo del colibrí” de Eduardo Buenaventura Díaz.