Quiero ser una luz, que ilumine.
Sí, pero si eres una luz de vela, alguien te puede apagar con un soplido.
Ah entonces seré un fuego,… una fogata, si pero también te podrán sofocar, digamos con tierra o un poco de agua.
Bueno ya se, ¡lo tengo!, un fuego de un gran incendio forestal, se podrá ver desde el cielo.
Pero los hombres te apagarán de alguna manera, además que dañas el ecosistema.
Si verdad,… bueno, ¡ya! ahora si lo tengo, un fuego de un gran volcán, así todos me verán y escucharán y no me podrán apagar.
Si es verdad, pero el tiempo de todas maneras te apagará.
Bueno… entonces me doy por vencido, no sé…
No tan pronto, imagina esto.
¿Por qué no eres un fuego?, muy… muy grande y tan lejos de los hombres y del tiempo, que nada te pueda tocar… piensa.
Mmm…. ¿Cómo el sol? ¡Sí!,… ¡como el sol, como las estrellas, como las galaxias!
Para eso no tienes que ser un fuego, como los de la tierra, de esos de pasión y que a su paso todo arrasan.
De esos fuegos infernales está hecho el sufrimiento de la humanidad, de esos no mi pequeño amigo.
No alimentes esos fuegos en ti, los de la pasión y la violencia.
Aspira a ser un fuego como el de los cielos, de esos que iluminan y dan vida.
De esos que alumbran el camino de los buscadores y caminantes.
De esos que nunca se apagan y que por las noches inspiran a los enamorados
Se como esas luces que son eternas y que nunca mueren.
Así todos hablarán de ti y dirán mira ahí esta Aldebarán, Sirio, Orión o Pegasus.
Para eso tienes que alimentar los fuegos de tu Espíritu, con los leños del amor.
Y avivarlo con el soplo de la poesía, la música, el arte.
Pues ellas tienen matemáticas que inspiraran tu alma.
Veras que un fuego prende tu mirada
Serás, aliento, guía y luz para los necesitados.
Y serás,… la sal en la tierra.
de Poemas a mi ego de Eduardo Buenaventura Díaz
2 comentarios:
Hermosísimo
Muy bueno.
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