"Según el uso que se haga de la palabra «maestro» en la vida corriente, nos damos cuenta que puede tener varios sentidos.
Existe el maestro que transmite su saber a sus alumnos… el amo que ejerce su poder sobre sus criados o sus esclavos… el maestro que destaca en una disciplina, domina una materia, ya sea física, intelectual o artística.
Pero un Maestro espiritual no busca convertirse en un experto en una determinada materia, sea cual sea; sólo es él mismo, su propia materia, ya sea física ó psíquica, que quiere dominar, controlar. No se impone a sus discípulos, le basta con ser lo que es. Son los discípulos quienes deben descubrir cómo deben recibir su amistad, su protección, su luz, porque nunca está lejos de ellos, les acompaña y les habla a cada uno de ellos en una lengua que puedan comprender. ¿Cuál es esta lengua? Por ejemplo: Dice: «Amad» y él mismo da ejemplo del amor desinteresado. Dice: «Laborad» y él mismo labora. Dice: «Soportad los sufrimientos», y él mismo acepta sin rebelarse, todo el dolor del alma y del cuerpo humano. Si es perseguido o acusado injustamente, no se venga. Responde al mal con el bien."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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