IF I HAVE SEEN FURTHER IT IS ONLY BY STANDING ON THE SHOULDERS OF GIANTS
SIR ISAAC NEWTON

domingo, 25 de diciembre de 2011

Caridad es ver en los demás lo que son en realidad, no la apariencia temporal que muestra su personalidad.



Cuando St. Francisco de Asís, sometió al lobo que azotaba a la región de Gubbio.
No fue por el uso de un mágico poder producto de su ascetismo.
Sino, por el nivel de su santidad,
Que le permitió percibir siempre lo sagrado al interior del común mortal.
Y a través de su amor a la divinidad, poder despertar esa presencia divina en los demás.
Es un poder, que es un don y un regalo a la vez.
El de decir hágase la luz en medio de la oscuridad (Fiat Lux)
A esa ofrenda, se le debería llamar en verdad caridad, dar a otro algo que poseemos y compartir lo que tenemos.
Y lo que tenemos y podemos poseer sin nunca perderlo en verdad, no es lo material que es cambiante y mutable.
Sino la conciencia de la verdad, sentir la presencia de nuestro verdadero ser.
Que somos, espíritus radiantes y sagrados, llenos de sabio-amor, poder e inteligencia infinita.
Y así aunque todos lo señalen o critiquen, juzguen y condenen, caridad es ver en ese ser, eso: ¡su divinidad!
Es un maravilloso regalo que otro ser humano nos vea así y eso sólo lo puede dar alguien que ama a los demás.
Porque el que ama sólo ve lo bueno, lo positivo lo rescatable lo auténtico de ti.
¡Sí!, caridad en verdad, no es sólo regalar cosas materiales o por el estilo, sino básicamente es ver lo trascendente en los demás.
Esta (caridad) es un regalo de la divinidad, que se da a través de un corazón amoroso (compasivo) por los demás.
Que alguien tenga plena Fe en ti y que crea que eres un ser que todo lo puede, es esencial para que te puedas transformar.
Ni terapias, incluso tratamientos genéticos, ni ninguna nueva filosofía puede transformar el mundo.
Sólo lo hará, cuando veamos a través del amor a los demás.
Caridad es ver en los demás lo que son en realidad, seres divinos, no la apariencia temporal que muestra su personalidad.
Esta actitud nos podrá cambiar a nosotros y por ende a toda la humanidad.
Sé tú un amante, el que mira a los demás desde el corazón.
Atraviesa la ilusoria apariencia y ve a Dios habitando en todos los demás.

De Poemas a MI Ego de Eduardo Buenaventura Díaz

 

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