Calzamos a todos con nuestros zapatos
Juzgando a todos según nuestras particulares medidas
Delimitamos al universo
Según el alcance del horizonte más amplio que vemos
Alzados sobre los hombros
De lo que creemos que es un rascacielo
Nuestros pequeños egos
Hemos cualificado a los demás
Según las fotografías de nuestro propio álbum familiar
Calificando o descalificando
Según estén en las páginas negras o no
Folios que nos ayudaron a pintar
Nuestros padres, cultura y propio entorno personal
Vemos a los demás, no desde una inocencia prístina
Si no con el lastre modelante del pasado
Escuchamos con el juzgamiento de las músicas de sufrimiento o alegría
Que previamente grabamos
Sentimos a través de las callosidades de los dolores dejados
Por la dura labor de abrirnos paso en las junglas de nuestros deseos
Recreamos el universo a nuestra medida
Lo pintamos con los colores de nuestros particulares sentimientos
Lo habitamos con los sujetos que atraemos con nuestras preocupaciones
Poblamos los cielos con dioses a nuestra imagen
Y nos negamos ahora a creer que no somos esos señores míticos
Del cual hablan las leyendas
Que habitaron en sus propios reinos
Para gozar o sufrir
Somos los verdugos o los generosos genios creadores
De nuestro propio cielo o infierno.
De los Poemas a mi Ego, Eduardo Buenaventura Díaz
2 comentarios:
excelente amigo
Me gusta cmo escribes, c nota q eres 1 ombre especial, diria un iluminado 1 gran maestro
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