No te lapidamos por ninguna buena obra, sino por una blasfemia y porque tú, que eres un hombre, te haces pasar por Dios y fue entonces cuando Jesús les recordó acaso ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, DIOSES SOIS?, Salmos 82:6; Evangelio de San Juan 10:34
IF I HAVE SEEN FURTHER IT IS ONLY BY STANDING ON THE SHOULDERS OF GIANTS
SIR ISAAC NEWTON
SIR ISAAC NEWTON
martes, 31 de julio de 2012
sábado, 21 de julio de 2012
No me preguntéis ahora lo que sois, podéis encontrarlo por vosotros mismos
"Encendéis una vela: el menor soplo puede
apagar esta pequeña llama. Pero encended una hoguera y los vientos más fuertes
no harán más que atizarla. Entonces, ¿y vosotros? Si sólo sois una pequeña
llama, el soplo más ligero os apagará. Pero si sois una hoguera, cuanto más
fuerte sople el viento, más se extenderá vuestro fuego. En efecto, mientras
seáis pequeños, débiles, endebles, mientras no os hayáis reforzado, la más
pequeña prueba os derribará. Pero si sois sólidos, resistentes, todas las
dificultadas no harán más que aumentar vuestro dinamismo, vuestra voluntad,
vuestro amor.
¡Cuántas veces se ha visto! Ante la menor
contradicción u oposición, los débiles se desaniman, abandonan, capitulan,
mientras que los fuertes se exaltan, están mucho más decididos a continuar y a
salvar los obstáculos. Así pues, no me preguntéis ahora lo que sois, podéis
encontrarlo por vosotros mismos: si las menores dificultades de la vida os
paralizan, sólo sois aún la llama de una vela."
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Cómo me sané de un cáncer con PNL, Fabiola Escobar
Hace 18 años superó un cáncer terminal
a los huesos gracias a la Programación
Neurolingüística (PNL) clínica y las Imaginerías Curativas.
Desde ahí su vida dio un giro radical: “Descubrí
que mi camino era dedicarme a la sanación de los demás”, afirma.
Hoy, lleva más de diez años sanando las más diversas patologías con
sorprendentes resultados.
Por Vicente
Guidi-Morosini
Así como la flor de loto se abre paso desde el fondo de la oscuridad y transforma las fuerzas tenebrosas de las profundidades en la pureza clara del néctar de las flores, Fabiola Escobar surge de una vida marcada por el dolor para convertirse en una luz en el camino de muchas personas.
Su padre la violentaba desde muy pequeña. “Eran raros los días en que no me pegara… El maltrato físico y psicológico por parte de mi padre, cinturón negro de kárate, era permanente”, cuenta Fabiola. Su estado físico era deplorable. Era muy delgada e incluso llegó a ser anoréxica. “Desde chica, me decían esqueleto”, recuerda. Durante su adolescencia, “un iriólogo descubrió atónito que tenía todos los huesos llenos de hematomas… Toda la vida me dolieron los huesos, aprendí a vivir con el dolor”, recalca Fabiola.
Para poder salir rápidamente de ese atormentado hogar, y mientras cursaba la carrera de tecnólogo en alimentos, Fabiola decidió casarse, muy joven, a los veintiún años. Cuando nació su primer hijo, dos años más tarde, y a pesar de tener un físico de nadadora y karateka que la ayudaba a sostenerse, a veces sus “dolores llegaban a ser tan agudos que quedaba completamente inmovilizada y los doctores se veían obligados a inyectarme calmantes directo en las articulaciones”, explica.
“Cuando empiezas a visualizar, descubres justamente lo que hay que atender, porquela PNL
dice que lo que sea que tu veas es real para ti y cuando se atiende esa
realidad, la asociación y cuando se atiende esa realidad, la asociación de
sanación es total”
La enfermedad
Cuatro años más tarde, para el nacimiento de su segundo hijo, y con síntomas evidentes, se le diagnostica artritis reumatoidea aguda generalizada. “Tenía una descompensación total del cuerpo; hasta los huesos de la cara estaban dañados”, detalla. Los médicos estaban otra vez atónitos por el crítico estado de su esqueleto. “Poco después se me diagnosticó cáncer a los huesos, con un niño de cuatro años y un bebé de quince días en mis brazos. El reumatólogo me dijo: <Usted aproveche todo lo que tiene que vivir porque le queda muy poco tiempo… Está desahuciada, con un cáncer terminal con pocos meses de vida>”, relata.
Ante ese diagnóstico, su primera reacción fue muy violenta: “Los médicos me tenían que sostener para que no les pegara; ellos me decían que era normal que reaccionara así, y yo, mientras más escuchaba la palabra normal, más rabia me daba… <¡Cómo va a ser normal estar así!>, gritaba. Yo no le tenía miedo a la enfermedad, sino que mucha rabia. La negaba completamente”, cuenta Fabiola.
“No nos damos cuenta que el origen de prácticamente todas nuestras enfermedades es emocional”, asegura Fabiola Escobar, terapeuta en PNL e Imaginería Curativa. (Fotografía: Pedro Micelli)
Una nueva información
En ese momento, una amiga y ex profesora de universidad le comenta acerca de la programación neurolingüística (PNL) como posible vía de sanación y la invita a leer al respecto. “Para mí era algo absolutamente nuevo, y desde mi perspectiva científica, algo poco verificable. Sin embargo, me hizo mucho sentido la noción de que si se puede desprogramar una idea, una emoción o sensación, ¿por qué no se va a poder desprogramar una enfermedad? Comencé a leer acerca dela PNL y expandí mi lectura a
libros como La Enfermedad
como Camino y El Mensaje del Alma Femenina de Thorwald y Rudiger Dahlke;
descubrí a Louisa Hay, y un libro que transformó mi vida fue Construye tu
Destino, del Dr. Wayne Dyer”,
recuerda.
Su mente científica choca con estas nuevas nociones. Sin embargo, desde esa misma perspectiva, Fabiola le encuentra cierto sentido a toda esta nueva información. “En mi trabajo estaba acostumbrada a romper moléculas, a hacer enlaces químicos; sabía que el cuerpo era maleable. Sin embargo, ¿quién podía dirigir el cambio que yo necesitaba? Me aferré a la creencia de que era posible sanar desde mí, aunque seguí con el tratamiento convencional, que, a todo esto, nos dejó en la ruina económica”, reflexiona Fabiola.
¿Para qué sanar?
La primera etapa del tratamiento con PNL clínica es resolver el “para qué” se quiere sanar, lo que se conoce como encontrar el metaobjetivo, un proceso vital, ya que se debe movilizar el verdadero deseo de sanar. “Cuando la terapeuta me dice: Ok Fabiola, tienes cáncer. ¿Y para qué quieres sanar? Yo quedo un tanto perpleja y le digo que para mis hijos, para verlos crecer. Que para mi marido, para que no llorara más. Y ella me dice: No señora, cuando descubra para qué quiere sanar, vuelva”, cuenta.
Fabiola tiene que viajar a las raíces de su ser para descubrir su verdadera motivación de vivir, y eso no es fácil. “El dolor comienza cuando descubro que nunca me gustó lo que estudié, que nunca amé al hombre con que me casé, que nunca fui feliz… Descubro que estaba llena de odio y desprecio hacia mi padre. Un odio profundamente arraigado en mi psiquis, del cual nunca pensé sería capaz de liberarme”, afirma.
Una de las premisas esenciales dela PNL clínica es que, cuando se
busca el para qué, siempre hay que llegar a uno mismo, de lo contario es
imposible generar un cambio real, ya que el verdadero deseo no está activado. “La terapeuta fue guiándome hacia mis
habilidades y talentos, y descubrí que siempre me habían alabado por lo buena
que era para escuchar, por lo atenta y lo cariñosa; me acordé que en la
universidad unos compañeros me decían <doctor cariño>, aunque admito que
al principio pensaba que eso no servía de nada. Pero poco a poco fui
descubriendo mi propósito, y fui dándome cuenta que mi camino era dedicarme a
la sanación de los demás”, dice Fabiola.
Visualizaciones curativas
En 1974, el psiquiatra norteamericano Gerald Epstein, psicoanalista freudiano, en una visita a Jerusalén vive lo que describe como su “epifanía” cuando conoce a un joven que le dice que tres años de extenso psicoanálisis no lograron liberarlo de su depresión, pero que una curandera local en cuatro sesiones de ‘terapia de sueño despierto’, lo sanó. Epstein se reunió con la mujer, Colette Aboulker-Muscat, y fue tal su impresión que se quedó nueve años estudiando con ella. Luego regresó a EE. UU. y abrió el primer centro de imaginería mental de ese país.
“El rasgo más característico del trabajo de visualización reside en que puede ir acompañado de cambios fisiológicos (…) lo que no sería tan sorprendente si concibiéramos comúnmente los aspectos mentales y físicos como las dos caras de un espejo que denominamos cuerpo”, escribe Epstein. “Tal vez sorprenda saber que ningún otro sistema médico en la historia mundial, incluida la medicina occidental previa al siglo XVII, efectúa esa distinción”, agrega. Es para él, una medicina de orígenes remotos, milenarios, utilizada en diversas culturas y muchas veces como la técnica esencial para la sanación.
El lenguaje del inconsciente
Empieza un tratamiento intensivo de PNL clínica y además agregan un elemento nuevo: las Imaginerías Curativas (ver recuadro). Su amiga la introduce al Dr. Gerald Epstein y su libro Visualización Curativa, donde asocia cada órgano a una herida emocional y entrega una visualización mental para su sanación. “Cuando descubrí a Gerald Epstein mi pasión fue total”, comenta Fabiola. “Fue con esa lectura y otras que descubrí que la herida emocional asociada a mi enfermedad era la ira contenida, lo que tenía muy claro, pero sobre todo la soledad, relación que tardé más en comprender, y que hoy se me hace evidente”, explica.
Este libro, el primero de Epstein sobre este tema, publicado en 1989 y traducido en más de once idiomas, tiene un subtitulo sugerente: La curación por la mente. La terapia revolucionaria de las imágenes mentales. En él, Epstein expone ejercicios de visualización para setenta y cinco trastornos físicos y emocionales, ilustrándolos con resultados clínicos propios, tan sorprendentes como, por ejemplo, el de mujeres que logran la rotación del feto, a los ocho meses de embarazo, y cuando los médicos ya han diagnosticado que no podrá tomar su posición normal.
En el caso de Fabiola, utilizanla PNL para identificar la imagen
a tratar y luego el concepto de “lavado físico y emocional” de Epstein. “Sumida en un estado de relajación, la
terapeuta me dijo: <Visualiza tu esqueleto. ¿Qué ves?> Entonces, en vez
de ver un esqueleto convencional, lo que vi fueron mis huesos llenos de vendas
sucias que me daban asco. Eso es muy sorprendente, porque en general la mente
tiene el registro de los esqueletos que nos muestran en el colegio”,
explica.
Entonces Fabiola se adentra en los principios esenciales dela PNL : “Cuando empiezas a visualizar,
descubres justamente lo que hay que atender, porque la PNL dice que lo que sea que tú
veas es real para ti, y cuando se atiende esa realidad, la asociación de
sanación es total. No importa lo que se vea, aunque sea ilógico. Esta imagen,
desde mi inconsciente, de mis huesos envueltos en vendas sucias que me daban
asco sintetizaba para mí todo mi dolor, mi soledad, mi rabia, mi odio…, todas
esas emociones de suciedad, de pensamientos horribles hacia mi padre, de querer
que él sufriera como yo sufrí”, reflexiona Fabiola.
En su caso, el ejercicio consistió en comenzar a remover las vendas una por una “desde los huesos de la cara hasta la punta de los pies. Era muy agotador. Eran horas y horas de sacar las vendas. De repente empezaba, pasaba una hora y no me daba cuenta… y volvía a empezar”. Realizó este ejercicio todo el día y todos los días durante dos meses. “Hasta que mi esqueleto quedara de un color blanco brillante como el del papel fotográfico, porque así tenía que ser para mi mapa mental. Y finalmente así fue como lo vi”, cuenta Fabiola.
El origen de toda enfermedad esta en nuestra formación y educación porque no se entiende la conexión entre el cuerpo y la mente.
El perdón
Paralelamente, Fabiola va enfrentado sus emociones, su rabia y su odio contra su padre: “Cada venda que sacaba dejaba al descubierto un moretón en el hueso, y esa imagen me llevaba a un momento preciso de mi infancia, que conscientemente tenía olvidado, en el que mi padre me pegaba. Como el día en que salí a andar en bicicleta sin avisar, y cuando volví mi padre sacó el cinturón y me pegó mucho, mucho, pero yo no lloré, y a él le daba más rabia que no llorara y más me pegaba. Entonces pensaba: <¿Seré capaz de perdonar a este hombre? ”, Relata, visiblemente emocionada.
Le empezó a hacer sentido la herida de soledad y abandono. “Descubrí que esta sensación permanente de soledad tenía una historia, que desde que tenía diez años ya tenía obligaciones de adulto, me levantaba muy temprano para encargarme de los quehaceres de la casa… Entonces no tenía motivos para sonreír; mi padre me pegaba desde que era muy pequeña… Siempre estuve sola frente al monstruo”, recuerda. “No es casualidad que sea un recuerdo de los diez años el que me haya venido a la mente, porque se ha estudiado que las heridas emocionales profundas, que más tarde desembocan en una enfermedad, se generan entre los siete y trece años de edad”, explica Fabiola.
A pesar de todo esto Fabiola estaba decidida a sanarse: “Cuando verdaderamente se desea sanar, porque se ha establecido un propósito en la vida (el llamado metaobjetivo), se perdona y se entiende que las personas que te hicieron daño también son víctimas. Como dice Louisa Hay: <Somos víctimas de víctimas>. Aunque obviamente lloré mucho por todo el maltrato que recibí. Fue desgarrador verbalizar todo esto en la terapia, y mi mayor dolor fue perdonar a mi padre. Tuve que sacar todo eso para fuera para sanar”.
La sanación
Después de dos meses de intenso tratamiento, los dolores fueron desapareciendo paulatinamente. “Los médicos argumentaban que eran las drogas, pero fui disminuyendo las dosis, hasta que ya no eran necesarias. Tuve una desinflamación violenta del cuerpo; se me enderezó la columna y volví a sonreír porque tenía una nueva perspectiva sobre mi vida. Finalmente, me realizaron los exámenes y todos los hematomas habían desaparecido. El factor reumatoideo estaba en niveles normales; todos los exámenes químicos presentaban resultados normales. Se mandaron a hacer de nuevo, obviamente, porque los doctores no lo creían, como siempre”, afirma Fabiola.
En los tres meses que, según los médicos, le quedaban de vida, Fabiola superó un cáncer a los huesos y nunca más tuvo ningún síntoma de la enfermedad. “Cuándo sané y el reumatólogo emitió el certificado, nunca me voy a olvidar que escribió <sanación por la fe>. Al principio me molestó porque le había explicado todo el tratamiento mientras él me miraba, mudo. Después no le di mayor importancia a lo que podía o no pensar un médico, total, yo estaba sana”, sentencia.
La terapeuta
Poco después, Fabiola se trasladaría a Santiago, donde cursaría un diplomado de PNL enla Universidad de Santiago. “Desde mi vivencia personal,
comprender la PNL
se me hacía muy fácil. Fui elegida para el discurso final, de titulación, ante
mis compañeros, sus familiares y amigos, y el objetivo era lograr un leguaje
hipnótico… Me pude dar cuenta que el talento se había activado ya que empecé a
ver pacientes de inmediato”.
A lo largo de sus más de diez años dedicada a la sanación y a la luz de los resultados con cientos de pacientes, Fabiola ha llegado a profundas conclusiones sobre la naturaleza humana. “Hay personas que al parecer lo han logrado todo, éxito en todo los ámbitos, sin embargo llegan a mi consulta porque no se sienten felices…, dicen estar tristes, bajoneados… ¿Qué te demuestra eso? Qué lo que domina al ser es la sensación. No importa qué ideas tengas sobre ti mismo, cuantos conocimientos tengas…, cuando aparece la sensación, ella es la que te va a dominar”, afirma.
Por esto concluye que “toda sensación está asociada a una emoción, es una reacción física a esa emoción, y toda emoción está asociada a una imagen mental. Eso es porque las células del corazón, al igual que las del cerebro, son neuronas. Por eso existe esta conexión extraordinaria entre estos dos órganos, única en el ser humano. El problema está en que nuestra cultura ha separado la mente del cuerpo… y eso que yo todavía veo las cabezas bien puesta sobre los hombros”, ironiza Fabiola. “Por esta ignorancia, el origen de toda enfermedad está en nuestra formación y educación, porque no se entiende esta conexión; por ende, no se nos enseña a utilizar nuestra mente, y como somos seres altamente sensibles, nos enfermamos. Y así, no nos damos cuenta que el origen de prácticamente todas nuestras enfermedades es emocional”, afirma Fabiola.
Con los casi mil pacientes que ha atendido, Fabiola Escobar ha tratado afecciones a prácticamente todos los órganos del cuerpo, identificando la herida emocional específica a cada uno de ellos, y además de su consulta ha creado una empresa de capacitación en PNL clínico, grafología y de formación de terapeutas, llamada Cegratex, que funciona en Santiago y Buenos Aires. Más información en www.cegratex.cl
Así como la flor de loto se abre paso desde el fondo de la oscuridad y transforma las fuerzas tenebrosas de las profundidades en la pureza clara del néctar de las flores, Fabiola Escobar surge de una vida marcada por el dolor para convertirse en una luz en el camino de muchas personas.
Su padre la violentaba desde muy pequeña. “Eran raros los días en que no me pegara… El maltrato físico y psicológico por parte de mi padre, cinturón negro de kárate, era permanente”, cuenta Fabiola. Su estado físico era deplorable. Era muy delgada e incluso llegó a ser anoréxica. “Desde chica, me decían esqueleto”, recuerda. Durante su adolescencia, “un iriólogo descubrió atónito que tenía todos los huesos llenos de hematomas… Toda la vida me dolieron los huesos, aprendí a vivir con el dolor”, recalca Fabiola.
Para poder salir rápidamente de ese atormentado hogar, y mientras cursaba la carrera de tecnólogo en alimentos, Fabiola decidió casarse, muy joven, a los veintiún años. Cuando nació su primer hijo, dos años más tarde, y a pesar de tener un físico de nadadora y karateka que la ayudaba a sostenerse, a veces sus “dolores llegaban a ser tan agudos que quedaba completamente inmovilizada y los doctores se veían obligados a inyectarme calmantes directo en las articulaciones”, explica.
“Cuando empiezas a visualizar, descubres justamente lo que hay que atender, porque
La enfermedad
Cuatro años más tarde, para el nacimiento de su segundo hijo, y con síntomas evidentes, se le diagnostica artritis reumatoidea aguda generalizada. “Tenía una descompensación total del cuerpo; hasta los huesos de la cara estaban dañados”, detalla. Los médicos estaban otra vez atónitos por el crítico estado de su esqueleto. “Poco después se me diagnosticó cáncer a los huesos, con un niño de cuatro años y un bebé de quince días en mis brazos. El reumatólogo me dijo: <Usted aproveche todo lo que tiene que vivir porque le queda muy poco tiempo… Está desahuciada, con un cáncer terminal con pocos meses de vida>”, relata.
Ante ese diagnóstico, su primera reacción fue muy violenta: “Los médicos me tenían que sostener para que no les pegara; ellos me decían que era normal que reaccionara así, y yo, mientras más escuchaba la palabra normal, más rabia me daba… <¡Cómo va a ser normal estar así!>, gritaba. Yo no le tenía miedo a la enfermedad, sino que mucha rabia. La negaba completamente”, cuenta Fabiola.
“No nos damos cuenta que el origen de prácticamente todas nuestras enfermedades es emocional”, asegura Fabiola Escobar, terapeuta en PNL e Imaginería Curativa. (Fotografía: Pedro Micelli)
Una nueva información
En ese momento, una amiga y ex profesora de universidad le comenta acerca de la programación neurolingüística (PNL) como posible vía de sanación y la invita a leer al respecto. “Para mí era algo absolutamente nuevo, y desde mi perspectiva científica, algo poco verificable. Sin embargo, me hizo mucho sentido la noción de que si se puede desprogramar una idea, una emoción o sensación, ¿por qué no se va a poder desprogramar una enfermedad? Comencé a leer acerca de
Su mente científica choca con estas nuevas nociones. Sin embargo, desde esa misma perspectiva, Fabiola le encuentra cierto sentido a toda esta nueva información. “En mi trabajo estaba acostumbrada a romper moléculas, a hacer enlaces químicos; sabía que el cuerpo era maleable. Sin embargo, ¿quién podía dirigir el cambio que yo necesitaba? Me aferré a la creencia de que era posible sanar desde mí, aunque seguí con el tratamiento convencional, que, a todo esto, nos dejó en la ruina económica”, reflexiona Fabiola.
¿Para qué sanar?
La primera etapa del tratamiento con PNL clínica es resolver el “para qué” se quiere sanar, lo que se conoce como encontrar el metaobjetivo, un proceso vital, ya que se debe movilizar el verdadero deseo de sanar. “Cuando la terapeuta me dice: Ok Fabiola, tienes cáncer. ¿Y para qué quieres sanar? Yo quedo un tanto perpleja y le digo que para mis hijos, para verlos crecer. Que para mi marido, para que no llorara más. Y ella me dice: No señora, cuando descubra para qué quiere sanar, vuelva”, cuenta.
Fabiola tiene que viajar a las raíces de su ser para descubrir su verdadera motivación de vivir, y eso no es fácil. “El dolor comienza cuando descubro que nunca me gustó lo que estudié, que nunca amé al hombre con que me casé, que nunca fui feliz… Descubro que estaba llena de odio y desprecio hacia mi padre. Un odio profundamente arraigado en mi psiquis, del cual nunca pensé sería capaz de liberarme”, afirma.
Una de las premisas esenciales de
Visualizaciones curativas
En 1974, el psiquiatra norteamericano Gerald Epstein, psicoanalista freudiano, en una visita a Jerusalén vive lo que describe como su “epifanía” cuando conoce a un joven que le dice que tres años de extenso psicoanálisis no lograron liberarlo de su depresión, pero que una curandera local en cuatro sesiones de ‘terapia de sueño despierto’, lo sanó. Epstein se reunió con la mujer, Colette Aboulker-Muscat, y fue tal su impresión que se quedó nueve años estudiando con ella. Luego regresó a EE. UU. y abrió el primer centro de imaginería mental de ese país.
“El rasgo más característico del trabajo de visualización reside en que puede ir acompañado de cambios fisiológicos (…) lo que no sería tan sorprendente si concibiéramos comúnmente los aspectos mentales y físicos como las dos caras de un espejo que denominamos cuerpo”, escribe Epstein. “Tal vez sorprenda saber que ningún otro sistema médico en la historia mundial, incluida la medicina occidental previa al siglo XVII, efectúa esa distinción”, agrega. Es para él, una medicina de orígenes remotos, milenarios, utilizada en diversas culturas y muchas veces como la técnica esencial para la sanación.
El lenguaje del inconsciente
Empieza un tratamiento intensivo de PNL clínica y además agregan un elemento nuevo: las Imaginerías Curativas (ver recuadro). Su amiga la introduce al Dr. Gerald Epstein y su libro Visualización Curativa, donde asocia cada órgano a una herida emocional y entrega una visualización mental para su sanación. “Cuando descubrí a Gerald Epstein mi pasión fue total”, comenta Fabiola. “Fue con esa lectura y otras que descubrí que la herida emocional asociada a mi enfermedad era la ira contenida, lo que tenía muy claro, pero sobre todo la soledad, relación que tardé más en comprender, y que hoy se me hace evidente”, explica.
Este libro, el primero de Epstein sobre este tema, publicado en 1989 y traducido en más de once idiomas, tiene un subtitulo sugerente: La curación por la mente. La terapia revolucionaria de las imágenes mentales. En él, Epstein expone ejercicios de visualización para setenta y cinco trastornos físicos y emocionales, ilustrándolos con resultados clínicos propios, tan sorprendentes como, por ejemplo, el de mujeres que logran la rotación del feto, a los ocho meses de embarazo, y cuando los médicos ya han diagnosticado que no podrá tomar su posición normal.
En el caso de Fabiola, utilizan
Entonces Fabiola se adentra en los principios esenciales de
En su caso, el ejercicio consistió en comenzar a remover las vendas una por una “desde los huesos de la cara hasta la punta de los pies. Era muy agotador. Eran horas y horas de sacar las vendas. De repente empezaba, pasaba una hora y no me daba cuenta… y volvía a empezar”. Realizó este ejercicio todo el día y todos los días durante dos meses. “Hasta que mi esqueleto quedara de un color blanco brillante como el del papel fotográfico, porque así tenía que ser para mi mapa mental. Y finalmente así fue como lo vi”, cuenta Fabiola.
El origen de toda enfermedad esta en nuestra formación y educación porque no se entiende la conexión entre el cuerpo y la mente.
El perdón
Paralelamente, Fabiola va enfrentado sus emociones, su rabia y su odio contra su padre: “Cada venda que sacaba dejaba al descubierto un moretón en el hueso, y esa imagen me llevaba a un momento preciso de mi infancia, que conscientemente tenía olvidado, en el que mi padre me pegaba. Como el día en que salí a andar en bicicleta sin avisar, y cuando volví mi padre sacó el cinturón y me pegó mucho, mucho, pero yo no lloré, y a él le daba más rabia que no llorara y más me pegaba. Entonces pensaba: <¿Seré capaz de perdonar a este hombre? ”, Relata, visiblemente emocionada.
Le empezó a hacer sentido la herida de soledad y abandono. “Descubrí que esta sensación permanente de soledad tenía una historia, que desde que tenía diez años ya tenía obligaciones de adulto, me levantaba muy temprano para encargarme de los quehaceres de la casa… Entonces no tenía motivos para sonreír; mi padre me pegaba desde que era muy pequeña… Siempre estuve sola frente al monstruo”, recuerda. “No es casualidad que sea un recuerdo de los diez años el que me haya venido a la mente, porque se ha estudiado que las heridas emocionales profundas, que más tarde desembocan en una enfermedad, se generan entre los siete y trece años de edad”, explica Fabiola.
A pesar de todo esto Fabiola estaba decidida a sanarse: “Cuando verdaderamente se desea sanar, porque se ha establecido un propósito en la vida (el llamado metaobjetivo), se perdona y se entiende que las personas que te hicieron daño también son víctimas. Como dice Louisa Hay: <Somos víctimas de víctimas>. Aunque obviamente lloré mucho por todo el maltrato que recibí. Fue desgarrador verbalizar todo esto en la terapia, y mi mayor dolor fue perdonar a mi padre. Tuve que sacar todo eso para fuera para sanar”.
La sanación
Después de dos meses de intenso tratamiento, los dolores fueron desapareciendo paulatinamente. “Los médicos argumentaban que eran las drogas, pero fui disminuyendo las dosis, hasta que ya no eran necesarias. Tuve una desinflamación violenta del cuerpo; se me enderezó la columna y volví a sonreír porque tenía una nueva perspectiva sobre mi vida. Finalmente, me realizaron los exámenes y todos los hematomas habían desaparecido. El factor reumatoideo estaba en niveles normales; todos los exámenes químicos presentaban resultados normales. Se mandaron a hacer de nuevo, obviamente, porque los doctores no lo creían, como siempre”, afirma Fabiola.
En los tres meses que, según los médicos, le quedaban de vida, Fabiola superó un cáncer a los huesos y nunca más tuvo ningún síntoma de la enfermedad. “Cuándo sané y el reumatólogo emitió el certificado, nunca me voy a olvidar que escribió <sanación por la fe>. Al principio me molestó porque le había explicado todo el tratamiento mientras él me miraba, mudo. Después no le di mayor importancia a lo que podía o no pensar un médico, total, yo estaba sana”, sentencia.
La terapeuta
Poco después, Fabiola se trasladaría a Santiago, donde cursaría un diplomado de PNL en
A lo largo de sus más de diez años dedicada a la sanación y a la luz de los resultados con cientos de pacientes, Fabiola ha llegado a profundas conclusiones sobre la naturaleza humana. “Hay personas que al parecer lo han logrado todo, éxito en todo los ámbitos, sin embargo llegan a mi consulta porque no se sienten felices…, dicen estar tristes, bajoneados… ¿Qué te demuestra eso? Qué lo que domina al ser es la sensación. No importa qué ideas tengas sobre ti mismo, cuantos conocimientos tengas…, cuando aparece la sensación, ella es la que te va a dominar”, afirma.
Por esto concluye que “toda sensación está asociada a una emoción, es una reacción física a esa emoción, y toda emoción está asociada a una imagen mental. Eso es porque las células del corazón, al igual que las del cerebro, son neuronas. Por eso existe esta conexión extraordinaria entre estos dos órganos, única en el ser humano. El problema está en que nuestra cultura ha separado la mente del cuerpo… y eso que yo todavía veo las cabezas bien puesta sobre los hombros”, ironiza Fabiola. “Por esta ignorancia, el origen de toda enfermedad está en nuestra formación y educación, porque no se entiende esta conexión; por ende, no se nos enseña a utilizar nuestra mente, y como somos seres altamente sensibles, nos enfermamos. Y así, no nos damos cuenta que el origen de prácticamente todas nuestras enfermedades es emocional”, afirma Fabiola.
Con los casi mil pacientes que ha atendido, Fabiola Escobar ha tratado afecciones a prácticamente todos los órganos del cuerpo, identificando la herida emocional específica a cada uno de ellos, y además de su consulta ha creado una empresa de capacitación en PNL clínico, grafología y de formación de terapeutas, llamada Cegratex, que funciona en Santiago y Buenos Aires. Más información en www.cegratex.cl
extraído
de:
http://www.revistasomos.cl/2012/04/fabiola-escobar-como-sane-de-cancer-con-pnl/sábado, 14 de julio de 2012
Sólo tú estás siempre en mí, Infinito amor.
Una
gota de agua en su descenso busca las profundidades de la tierra
Una
voluta de incienso es inatrapable, asciende en el aire y no hay nada que lo
ancle, sólo aspira fundirse con el cielo.¿Qué es lo que está atado todavía como el agua, pero que es ascendente como el aire y sin embargo sigue con los pies en la tierra?
¡El fuego!
Claro que si, el fuego es el intermediario entre el cielo y la tierra
Es aquello que no se sumerge en la tierra pero vive gracias a su materia
Es lo que tiende hacia el cielo pero no deja el plano terrestre que lo impulsa en su ascenso.
El fuego es el bodhisattva de los cinco elementos
Aquel que no ingresa en el infinito (éter) hasta haber podido quemar el último rescoldo de carbón (oscuridad) en la hoguera
Y sabes según los orientales ¿donde mora el fuego en el hombre?
En tres regiones nos dicen.
El primer fuego sagrado es el sexual, el cual quema a los que irrespetuosamente juegan con él.
En plexo solar es el segundo pero este, es sólo como aquel fuego que cuece los alimentos y también calienta la olla cráneo-abdominal de los egoístas pensamientos.
El tercer fuego mora en el pecho, el corazón, hogar del emperador, que inconsciente vive, al no recibir el impulso vivificante del aliento superior.
Cuando la aspiración sexual es sublimada por la unión sagrada del amor
La energía del plexo solar sublimada por la acción desinteresada
El corazón despierto por el amor servicial
El fuego asciende al entrecejo donde prende la lumbrera del camino inicial
Y deviene el caminar del discípulo de la luz
El camino que hacen las llamas por atravesar con la pesada carga de lo material hacia la liberación del encarcelamiento carnal.
Buscan su hogar en el infinito, su legítima morada
En esa senda abierta por el discipulado del amor ascendido
Se abre el trayecto del Antacarana por donde el Creador podrá soplar su aliento para avivar la llama prendida por el fuego de la ardiente aspiración.
Y tu materia se fundirá toda en ese ardor, para traer luz (sabiduría) calor (amor) y poder (acción) a los demás.
Y te convertirás en el Hansa (cisne), en el instrumento (bodhisattva), en el sirviente de Dios.
Y podrás decir como el poeta
Ya no sé quién soy, desde que tocaste mi corazón.
Solo tu estas siempre en mí
Infinito amor.
de
Poemas a mi ego de Eduardo Buenaventura Díaz
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti, escrito por Spinoza.
¡ Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho ! Lo que quiero
que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa!
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios loco puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para tí. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
Esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si ésta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste?… ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Que aprendiste?…
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti.
Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.
¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa!
Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.
Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro!
Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios loco puede hacer eso?
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para tí. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
Esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si ésta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste?… ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Que aprendiste?…
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti.
Por Baruch de Spinoza, siglo XVII
Baruch de Spinoza (también escrito Baruj de Spinoza) (Latín: Benedictus
de Spinoza, Portugués: Bento de Espinosa), (Ámsterdam, 24 de noviembre de 1632
- La Haya, 21 de febrero de 1677) fue un filósofo neerlandés, de origen sefardí
portugués, heredero crítico del cartesianismo, considerado uno de los tres
grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés René
Descartes y el alemán Gottfried Leibniz.
lunes, 2 de julio de 2012
Comer es algo sagrado como el amar
Cuando
vas a un restaurante de esos al paso, pagas antes
Con el perdón de ustedes la misma sensación siento en la comunión
Porque te piden dinero antes, de la cena del Señor.
Alguien está meditando concentrado en retomar el contacto con el Cristo a través del sagrado sacramento
¡Y zas! alguien interrumpe por ahí, pidiendo “limosnas por favor”.
Pienso que se teme que la gente se vaya y no dé nada, por aquello de comida acabada y amistad desecha
Pero bueno ello se aplica a la gente mal educada que abandona al anfitrión
En cambio pensar así en el ámbito espiritual me llama mucho la atención
Cuando el Señor dijo hagan esto en conmemoración mía y les compartió su carne y su sangre
Parece que algún hombre desconfiado de la divina protección añadió otra estrofa a la comunión: "pero antes deja dinero para el Señor"
En la India uno de los espectáculos más aleccionadores para nuestro egoísmo material
Es ver a los sacerdotes repartiendo comida a todos sin importar la posición económica ni religión
El símil al pan y vino sagrado para el Indu es el prasadam (alimento ofrecido y bendecido por el Señor)
Este es dado a todo el que pasa por el templo, sin necesidad de que se haya compartido la oración
El sentido es que la comida espiritual te transformará, hay muchas historias sin igual de esta verdad.
Lo mismo se hace en miles de hogares indios, cocinar es una función de carácter espiritual.
La cocina no es dejada en las manos de la gente más ignorante o menos apta espiritual, sino en la más preparada, pura y capaz.
Es mas muchos maestros se involucran en el cocinar.
Conscientes de que la vibración energética se mezcla por igual que los ingredientes al cocinar.
Así el comer es una posibilidad también de práctica espiritual.
Por ello no deje que sus alimentos los prepare cualquier persona, deberá ser alguien que lo ame o sino en lo posible usted.
Medite y eleve su estado mental al nivel del creador.
Evite comer con gente mundana o de ideas oscuras por lo menos hasta que haya logrado establecerse en una plataforma madura de su espiritualidad.
Comer es algo sagrado como el amar, podría hablar mucho más de ello pero por esta vez, ya está.
Con el perdón de ustedes la misma sensación siento en la comunión
Porque te piden dinero antes, de la cena del Señor.
Alguien está meditando concentrado en retomar el contacto con el Cristo a través del sagrado sacramento
¡Y zas! alguien interrumpe por ahí, pidiendo “limosnas por favor”.
Pienso que se teme que la gente se vaya y no dé nada, por aquello de comida acabada y amistad desecha
Pero bueno ello se aplica a la gente mal educada que abandona al anfitrión
En cambio pensar así en el ámbito espiritual me llama mucho la atención
Cuando el Señor dijo hagan esto en conmemoración mía y les compartió su carne y su sangre
Parece que algún hombre desconfiado de la divina protección añadió otra estrofa a la comunión: "pero antes deja dinero para el Señor"
En la India uno de los espectáculos más aleccionadores para nuestro egoísmo material
Es ver a los sacerdotes repartiendo comida a todos sin importar la posición económica ni religión
El símil al pan y vino sagrado para el Indu es el prasadam (alimento ofrecido y bendecido por el Señor)
Este es dado a todo el que pasa por el templo, sin necesidad de que se haya compartido la oración
El sentido es que la comida espiritual te transformará, hay muchas historias sin igual de esta verdad.
Lo mismo se hace en miles de hogares indios, cocinar es una función de carácter espiritual.
La cocina no es dejada en las manos de la gente más ignorante o menos apta espiritual, sino en la más preparada, pura y capaz.
Es mas muchos maestros se involucran en el cocinar.
Conscientes de que la vibración energética se mezcla por igual que los ingredientes al cocinar.
Así el comer es una posibilidad también de práctica espiritual.
Por ello no deje que sus alimentos los prepare cualquier persona, deberá ser alguien que lo ame o sino en lo posible usted.
Medite y eleve su estado mental al nivel del creador.
Evite comer con gente mundana o de ideas oscuras por lo menos hasta que haya logrado establecerse en una plataforma madura de su espiritualidad.
Comer es algo sagrado como el amar, podría hablar mucho más de ello pero por esta vez, ya está.
de
Poemas a mi ego, Eduardo Buenaventura Díaz
Te amo con aaahhh… de eternidad
Tú eres, fuiste y serás el amor que nunca olvidaré, ni esperé llegar a tener y el que siempre vivirá.
Porque una mañana de un día cualquiera, el universo te sorprende con su mirada dentro de tu mirada.
Y sin tu querer… y sin tu saber, tu mirada cambio toda mi vida.
Porque las primaveras se declararon presentes en el bálsamo de tu piel
Y el péndulo del tiempo cesó en su fluir cuando roce por primera vez la superficie de tu tez.
No me lo esperé, ni pienso que me volverá a suceder.
Eso de encontrarme con la magia del firmamento en todo tu ser.
Me siento que no merezco tanto amor florecer, en tanto querer que tú me prodigas siempre por doquier.
Aunque me lavara las manos mil veces no podría borrar el recuerdo de la primera vez que contra mí las tomé.
¡Ayyy! si no existiera la memoria estoy seguro que siempre al verte nuevamente sabría que eres tú mi eterno querer.
Te amo con aaahhh… de eternidad.
Para ti Amparix con amor de Eduardo Buenaventura Díaz
Suscribirse a:
Entradas (Atom)