Por ello Dios no perdona, porque nunca juzgó a nadie

El que juzga, condena o perdona
El que no juzga, ni condena ni perdona
¿Acaso te dijeron: “que tienes que perdonar”?
Porque sientes que hay algo malo que te hicieron, que necesita desagravio, punición, escarmiento, desquite, reparación… castigo.
Que no te deja en paz, aunque el tiempo en que pasó quedó muy atrás.
Y aclamas al cielo diciendo:
“Enjuícialo Señor, que él (o ella) sepa de reprensión, porque tú eres un DIOS de JUSTICIA”… etc.
Para que el que lo cometió, sienta igual o peor y eso le enseñe a ser mejor.
Y esta ansia de justicia (o tal vez venganza) no te deja vivir bien
Ya que tu mente siente como una condición a satisfacer, para sentirte resarcido y bien.
Y alguien bien intencionado te dijo: ¡TIENES QUE PERDONAR…! Para sentirte bien.
Pero por mas que lo intentas no puedes, en el fondo dices no es justo Señor ¿por qué a mi?...
Es que… él me fue ¡infiel!
Si fueras musulmana o japonesa preguntarías que significa infidelidad, pues en su cultura es normal que un hombre tenga más de una mujer (eso fue hasta como unos 100 años atrás).
Es que él me mintió, falló a sus promesas
Y quien no ha fallado alguna vez.
Pues ¡yo!,… yo nunca fallé
Está bien por ti, pero la humanidad no es así…
Acepta esto que la perfección no pertenece a la realidad sólo a la divinidad, negarlo es vivir en la ilusión y en la falsedad.
Y aunque el ser humano es perfectible lo será cuando él lo decida así, no porque se lo exijas tú o la ley.
Es que el mató a mi hijo
Y la muerte del criminal, jamás te devolverá a tu hijo, que seria lo ideal.
Nada se puede comparar a la pérdida de un hijo con razón o sin ella
Tú que eres incapaz de hacerle daño a nadie ¿quieres que otra mujer sufra lo que tú?
¿Acaso la madre de un criminal ama menos a su hijo que tú y por ello acaso no sentirá igual o mas dolor?
El dolor no se cura con el dolor de otro más, sólo el sádico siente tal satisfacción y esto como tú sabes es una enfermedad mental.
Las cosas suceden no por casualidad si no por causalidad, esto nadie lo va a enseñar.
Porque es más fácil atribuir a la maldad de alguien de los que nos pasó, que pensar que en nuestro pasado nosotros hicimos un mal igual a alguien más.
Además para juzgar, necesitas un canon de leyes en que te debes referenciar
Pero… ¿quién es el dueño de la verdad?
¿Quién puede decir con exactitud y con absoluta claridad en todo momento qué es malo y qué está bien?
¡Que un libro sagrado!… me dices que tiene la verdad.
Por un lado dice por ejemplo: que es bueno si no tienes hijos busca tenerlos con tu esclava y ahora que no hay esclavitud que diría… ¿que adoptes? y por qué no dijo eso mismo antes…
Y así se podrían citar muchos pasajes contradictorios o chocantes
Claro que me dirás que la autoridad de la verdad, la tiene el máximo personaje de aquélla o esta creencia religiosa, está bien, pero sólo para sus creyentes ¿y para los que no son fieles a esa religión? ¿Quién les marcará las pautas de la ley?
Me reafirmo en el pensar que estos libros dicen verdades parciales y temporales igual que sus personajes actuales.
Los tiempos cambian las ideas y las leyes de los hombres también.
Otro ejemplo, todos están de acuerdo con la declaración de los derechos humanos pero nadie los pone en práctica porque es impracticable en la realidad, tendría que cambiar toda la humanidad.
Veamos: todos lo hombres son iguales…ante la ley… jajaja…mas que verdad parece un chiste cruel.
Si matas a alguien para apoderarte de su tierra eres un criminal pero si lo haces en la guerra cumpliste con un patriótico deber.
Si saqueas los puertos de tus enemigos para ellos eres un pirata pero para tu pueblo un héroe corsario.
Seguro que pensarás que estoy a favor de todo esto que llamamos mal que causa tanta rabia, impotencia, sufrimiento y dolor.
Y aunque yo haya sufrido mucho o poco, no tengo la potestad para decir que es lo mejor o peor
Sólo uso mi sentido común
Este es un mundo diseñado para el aprendizaje y la evolución, y son necesarios los desbalances para aprender rápido y mejor.
Los problemas de este mundo son por la falta de amor y solidaridad
Es más fácil apelar a la razón e intelectualidad (que son las que juzgan) que romper el ego, y aprender a amar por que eso es muy difícil, duele mucho y más.
Las bajezas de la humanidad fueron las nuestras en algún momento de nuestra evolución
Creo que,  en cada hombre y mujer hay una brillante luz, que muchas veces el dolor, el miedo y sufrimiento vivido por su poseedor la ocultó.
Creo que, la maldad del hombre proviene de que él se ignora, y no deja que brille su interna luz
A eso yo le llamo, una enfermedad del alma.
Porque, nadie completamente sano es capaz de hacer daño a otros aún cuando se es provocado.
Porque estar sano, (aunque tengas una enfermedad física) significa estar alineado (unido) con tu alma superior y ésta es incapaz de dañar.
Por otro lado, nadie te puede hacer daño si es que tú no lo permites, me refiero que nadie puede dañar tu mente ni tu corazón, con el mal si tú no lo aceptas y lo haces en ti entrar.
El Maestro por más vejado que fue, nunca dejó que su mente ni corazón se llenaran de rencor.
Haz como los santos que miran tras de cada evento, por oscuro o doloroso que parezca una máscara horrorosa que cubre la sabiduría y la bondad.
Aunque yo no tengo una religión preferente, aprecio cuando el Maestro así se expreso: “perdónalos porque no saben lo que hacen”
Podría haber dicho: discúlpalos, compréndelos o cualquier otra palabra similar, en el fondo El sabia que el actuar (de la gente que lo lastimaba) provenía de su ignorancia, de su enfermedad del alma, de sus limitaciones y no de su luminosidad.
Por ello Dios no perdona, porque nunca juzgó a nadie
Sin importar que tanto lo intentes siempre seras inocente ante los ojos de Dios.
El sabe de nuestra enfermedad llamada estupidez, violencia y avaricia, porque el también los vivió.
¡Si!, porque todo aquel que por este plano pasó, las vivió, para merecer el titulo de SER.
Si deseas perdónate tú y a los demás, no lo metas a Dios en tus embrollos mentales.
Tú según tus cánones los juzgaste, según los mismos tú los condenaste, por eso tú eres quien deberás por ello perdonarlos, no el Señor, ¿que tiene que ver El en todo esto?
Cambia tu mente y cambiaran tus puntos de vista.

Oh mejor aun, deja la mente para ver la verdad.

Si entiendes que los demás son tan, tan humanos... como tú y como yo y proclives a errores, desaciertos (para decirlo bonito) entonces producto de ello surge la comprensión y la compasión o el amor sin condición.

A El pídele si deseas, que te enseñe a amar sin condición, porque ello en El, abunda mucho y más.
Sólo viviendo en tal posición (del amor) puedes entender, comprender, perdonar, aceptar y callar, tal como él lo hizo cuando pasó por acá.

de Poemas a mi ego de Eduardo Buenaventura Díaz