IF I HAVE SEEN FURTHER IT IS ONLY BY STANDING ON THE SHOULDERS OF GIANTS
SIR ISAAC NEWTON

viernes, 30 de noviembre de 2012

Esa es nuestra misión amar sin condición mientras sabia e inteligentemente transformamos la creación.

La mente del deseo nunca será satisfecha
Se cansa de lo que mas desea después de un tiempo esa es su naturaleza
Necesitas un poco de dinero una vez que lo obtienes te das cuentas que es necesario mas y así es una y otra vez sin fallar
Lo mismo sucede con cualquier cosa que anhelan los sentidos y los deseos, fama, placer, conocimientos, comodidad, etc.
Después de un tiempo de obtenidos te das cuenta que es necesario de que deberás incrementar mas para sentir igual de bien que al iniciar.
Soy feliz porque deseo poco puede ser una idea de solución pero no la clave de la situación.
Todavía no encontramos la formula que equilibre los deseos materiales con los anhelos espirituales.
Debemos aspirar a la alta especialización y tecnología sin que estos sean los objetivos de la vida.
Obviamente la felicidad no se encuentra en ellos de tal manera que deberíamos buscar en el interior nuestra satisfacción.
Solo el alma con su gozo calmará el anhelo de felicidad, ningún presupuesto material lo podrá lograr.
Por la sencilla razón que nuestra naturaleza no es material sino espiritual.
Vaya que no digo nada nuevo de lo que ya se ha dicho, pues esa es la razón siempre se dice lo mismo pero no se logra convencer a nadie.
Porque estamos anestesiados aún antes de nacer, en que lo material y sus logros nos darán la auténtica razón de ser y de placer.
El dicho dice:
Con los pies en la tierra y la cabeza en el cielo y… ¿del corazón se olvidaron?, pues es como la circulación sanguínea, un poco pa’ arriba otro poco pa’ abajo.
Después de todo no caigamos en el error de negar lo evidente:
El paso por la tierra con nuestro fiel acompañante (el hermano cuerpo) que por algo lo tenemos.
Sea en la tierra o en el cielo nuestro paso siempre debería ser el adecuado.
Aquí con “el mazo dando”, esforzándonos por crear un mundo mucho mejor en todo sentido, poniéndole corazón o sea ganas y buenos sentimiento (deseo de compartir y compasión -ciencia y tecnología con conciencia-)
Explayando nuestras virtudes (aptitudes, capacidades, vocación) las monedas (talentos) que nos dio el creador.
Y “a Dios rogando” nuestra mente inmersa en océano celeste.
Al igual que la luz que viaja incólume en el espacio sideral y que al ingresar en el mar propicia el mantenimiento de la vida
Así,... mientras estemos aquí en el hoy y el ahora presente somos los intermediarios, entre el cielo y la tierra.
Los demiurgos entre el mundo de las ideas y el plano perceptible.        
Los que testimonian lo celeste en el plano terrestre.
Los que propician la vida y no procuran la destrucción y muerte
Esa es nuestra misión amar sin condición mientras sabia e inteligentemente transformamos la creación.

de Poemas a mi ego de Eduardo Buenaventura Díaz

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