IF I HAVE SEEN FURTHER IT IS ONLY BY STANDING ON THE SHOULDERS OF GIANTS
SIR ISAAC NEWTON

jueves, 8 de marzo de 2012

Todos somos uno ahora lo entiendo, ahora lo siento y cuando me ofrezco a darte mi hombro, mi mano, mi esfuerzo y cuanto tengo... recién lo hago.

Guille (hermanito de Mafalda), tocándose el ombligo: «Éta é la fidma de mamita, ¿ti?»


No tuve tiempo de amar a mi abuela Rosa como se merecía, andábamos siempre en disputa.
Yo en el andar a la última moda del descuidado y mal trajeado
Y ella tratando de enmendar mi poco estilo con la moda infantil del momento.
Ella veía que me quedaba muy feo el estar indecente siempre sudado y desgreñado.
Y yo insistía en que no me dejaba jugar como todo niño sin cultura y mal educado se merecía.
Mi abuela ahora la recuerdo, tejiendo a punto y a croché, era una artista.
Los bellos matices del macramé contrastaban con el gris acero de su mirada.
Y las bellas flores y geometrías en hilo que de su inspiración salían, contrastaban con lo ajado de sus manos.
Me llamaba la atención sentada en su hamaca y su tejido blanco, resaltando con el traje negro perpetuo por los hijos menores muertos. 
Ella tenía una manera peculiar para hacer su rosario, en la medida que trenzaba y ajustaba un punto, una oración con sus manos y su boca musitaba
Ahora que lo digo la entiendo mas, ¡cuánto dolor en ese corazón!, lo siento mamama no haberme percatado de tu sentir.
Tal vez oraba por el alma del pequeño hijo que estaba en el cielo o porque al abuelo le vaya bien o porque las hijas encuentren un buen porvenir.
No lo sé, pero si sé que su tejido ahora me recuerda a otro tejido a otro telar a otra trama, al de la vida y a su artesano.
Si creo en que somos lienzo, malla, urdiembre que como una gran madre (al igual que mi abuela) la vida nos tejió como humanidad ¿Qué como pienso eso?
Por mi ombligo.
¿Quién no tiene ombligo? ellos son las puntadas los nudos con que las madres no atan e insertan en el tejido de la vida.
Es el meollo, el nodo, el punto focal, entre las coordenadas y la ábsidas, entre longitud y latitud, entre el cielo y la tierra.
Donde se cruzan voluntades decisiones planes amores para hacerse carne, sangre y hueso de hombre.
Es el nudo que nos une trenzando el pasado.
Por mi ombligo me uno a mi madre y esta la suya y así hacia al pasado infinito hasta la matriz del universo.
Donde la madre es una y la humanidad también, somos uno y unidos por aquel asterisco umbilical.
Aunque nos peleemos hasta el grado de sacarnos la madre, nunca podremos deshacer eso, ese pacto, esa alianza jamás se romperá, ¡somos uno!
Si con los blancos, con los negros, con los amarillos, con todas las razas, con todos lo hombre, con todas las sangres.
Por ello conquistando el vuelo del ángel en mí, me sano y sano a mi madre a mi padre, a mis ancestros y también a la humanidad.
Yo estoy implícito en la humanidad y la humanidad en mí, cuando me amo, cuando recobro mi autoestima, también la humanidad lo hace.
Y cuando me odio y desquicio entre mis desesperaciones, angustias y sufrimientos yo también hago eso con todos ustedes.
Así mi responsabilidad cuando hago lo que hago, siento lo que siento y pienso lo que pienso no sólo es conmigo es con toda la humanidad.
Todos somos, uno ahora lo entiendo, ahora lo siento y cuando me ofrezco a darte mi hombro, mi mano, mi esfuerzo y cuanto tengo... recién lo hago.
Así dejo de ser un académico del saber para ser un artesano del amor en el hacer lo que siento y pienso.

de Poemas a mi ego de Eduardo Buenaventura Díaz

1 comentario:

Gabriel Urrutia dijo...

Me emana un sentimiento profundo