Madre cuántas veces mamé de tus entrañas.
Y en los frutos que tú pusiste en los caminos de mi destino.
Cuántas veces me embriagué en la blanca leche de las aguas que descendían de tus montañas.
Y cuántas veces me cobijé en la ternura tibia de tu terreno abrazo.
Cuántas veces disfruté de tus embriagantes perfumes, en la tierra mojada y en el florecer de tu mañana.
Y cuántas, cuántas más recibiste mis lágrimas y mis penas para reconfortarme.
Te amo tanto que duele cuando tus hijos te dividen en fronteras.
Sintiéndose diferentes entre ellos, olvidando que son todos hermanos, hijos de una sola madre.
Mama tierra, Mother earth.
Madre perdónalos no saben que tú eres indivisible, que si te matan no les quedarás más.
No te conocen, por eso no te aman, te consideran una cosa inanimada y material.
Y talan tus selvas, matan a tus hijos animales, contaminan el agua y el bendito aire, te calientan, derritiendo las nieves de las ancianas cordilleras.
Son tan sordos que no escuchan tu dolor cuando destruyen tu creación.
Mis hermanos animales, plantas y minerales te conocemos, sabemos de tu grandeza y de tu amor, de tu entrega sin reclamo.
Tú que a diario nutres y sustentas la vida de todo lo que hay aquí.
Tú que sostienes a los Apus, a los mares, las selvas, los desiertos, los ríos, los animales y a los hombres.
Perdona nuestra soberbia madre tierra, es solo nuestra ignorancia hablando en nuestros actos la que te ofende.
Perdónanos, Mother earth.
Tú eres mi Pacha Mama, mi madre.
de Poemas a mi ego, de Eduardo Buenaventura Díaz
3 comentarios:
Me llegó al alma.
Hermosisisisimoooo
¡¡CONMOVEDOR!!
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