Así he llegado a razonar que todo en la vida es un milagro…y yo su sorprendido espectador.

La relación entre los milagros y los fenómenos naturales, es la misma aparente irreconciliable relación que existe entre la poesía y las matemáticas.

Hay ámbitos donde la ciencia es corta y otras donde la magia no aporta

Un beso tiene que darse con magia de amor si no será más aproximado a solo sexo y se perderá mucho con solo eso.

Y para estacionar mi carro necesito más a mi cerebro en acción que a mi corazón con emoción.

Me pregunto, ¿habrá algún lugar donde ambas puedan convivir y ser felices con su personal quehacer?

¿Algún espacio u estado de mi conciencia, en los que mi corazón y mi cerebro tengan una feliz convivencia?, ¡Si!... en el entrecejo

Que es donde mora mí personal conciencia, mi individual y propia visión del mundo.

Si hay más fantasía en mi, que hechos viviré en las ilusiones.

Si hay más hechos que fantasías me faltara sueños y utopías por quebrar.

Cuando logre que ambas convivan con igual fuerza aquí en mi frente, en el sexto centro lograre el equilibrio.

Eso será cuando consiga hacer que mi corazón "pese o valga" tanto en su presencia en mi vida como mi lógica razón.

O cuando logre que mi intelecto entibie y se temple sus pensamientos en mi corazón. 

Y así mi tercer ojo, como fiel de una balanza, apuntará al cero, a la nada, a la trascendencia, a Dios, pues el es integridad no división.

Y podré ver toda la complejidad del universo quántico como un milagro amoroso de la conciencia.

Y descubriré entre otras maravillas, que el lugar donde se une la poesía y las matemáticas se llama música.

Y que mis besos se materializan por la acción perfecta de la geometría de tus labios.

Y que lo que siente mi corazón se podrán sopesar en actos que llevaran como fin la voluntad del bien.

Y lo que pienso sea balanceado en lo que siento comprobado en mi compasivo actuar.

Que la vida es un milagro, eso me queda cada vez más claro, cuando mas estudio todos lo fenómenos del cuerpo humano.

Y cuando mas veo tu cuerpo, más me maravillo del insondable milagro en ti.

En la visión global, en la visión chamánica, hay un eje fronto-occipital que abarca los tres cerebros.

Y esa visión hace que mi sentir sea total.

Pasado y futuro juntos, la razón y el instinto mutuamente apoyándose en el eje central integrador llamado presente.

Uniendo mis dos cerebros, uniendo lo femenino y masculino en mí, uniendo el sentir y el pensar, matrimoniándolos aparece la unidad.

Y un único ser: yo.

Ese es el ingreso al templo de la verdad, la intuición y la levedad.

Y así un profundo sentido reverencial se despierta en el interior, la visión vivencial que todo es tan sagrado.

Que cuando solo pienso o razono algo, lo puedo dañar y al mover de su verdadero lugar, el infinito.

Que he de sentirlo y vivirlo también.

Que la ciencia es el camino y el amor el caminar.

Que lo prodigioso es que todo sea tan perfecto pareciéndolo que no lo es.

Así he llegado a razonar que todo en la vida es un milagro…y yo su sorprendido espectador.

De Poemas a mi ego de Eduardo Buenaventura Díaz