Se
puede vivir un montón de días sin comer
Unos pocos días sin agua que beber
Pero sólo breves minutos sin respirar
Así que de inspiraciones vivimos
Y de aspiración en aspiración avanzamos por delante de la depresión.
Todos vivimos de hálitos
De aires, de alientos y de soplos nos nutrimos.
Para cruzar el mar de las zozobras necesitamos de "buenos vientos a favor"
Así las brisas amigas nos llevarán al puerto soñado donde están los seres amados
Aquellos ideales que nos inspiran, iluminan y cobijan.
O el lugar de nuestras metas y anhelos donde moran nuestros sueños.
Todos necesitamos que alguien nos aliente en medio de nuestras vicisitudes
Todos necesitamos de una palabra sincera que emerja oportuna como un presente, para nuestro corazón
Que te vaya bien
Qué bien se te ve hoy
Que valiente fuiste en…
Que sabroso cocinas…
Señorita gracias por ser tan amable…
Te cortaste el cabello que bien te queda…
Que interesante lo que dijiste
Me agrada tu sonrisa…, etc.
Nada espectacular pero suficiente para prender el bien.
Porque el mal no se combate con mas mal si promoviendo lo bueno en cada quien.
Todos necesitamos que nos vean con los ojos del corazón
Como nos miran aquellos que nos aman
Que ven nuestro ángulo mejor.
Frente a la materialidad que no tiene ninguna compasión
Que sólo busca el enfrentamiento y que gane el “mejor”
No seas de aquellos que buscan el defecto para sentirse un ser superior
La competencia destruye la humanidad, pero el amor recupera la fraternidad
Cada uno de nosotros posee algo inigualable un don que sólo puede ver un amoroso corazón.
Y eso se hace visible en cada instante cuando nos aprecian como un presente
Como la madre que mira su hijo y piensa que es un regalo de Dios.
A veces pasan, no minutos sino días o hasta semanas para que alguien alimente nuestra alma.
Con el nutriente que da su aliento, su atención y su buena intención
Mirando y fomentando nuestra interna luz e ignorando nuestras limitantes sombras.
Aprendamos a intensificar el fuego de la vida en cada corazón.
Y así avivaremos las llamas casi apagadas en muchos corazones
Lechos de carbones asfixiados por la desesperanza, el dolor y la frustración.
Que con nuestro soplo, con nuestro verbo inspirado desde un corazón aspirado por el muy amado.
Podamos afirmar con San Francisco de Asís:
Donde existe odio ejerzo el poder transformador del amor.
Donde hay ofensa, llevo la divina comprensión.
Donde hay discordia, llevo la unión.
Donde hay duda y desesperanza, llevo fe y confianza.
Donde hay error, llevo tu luminosa verdad.
Donde hay desesperación, llevo la santa alegría de mi corazón.
Y donde hay tinieblas, llevo tu Luz mi señor.
Unos pocos días sin agua que beber
Pero sólo breves minutos sin respirar
Así que de inspiraciones vivimos
Y de aspiración en aspiración avanzamos por delante de la depresión.
Todos vivimos de hálitos
De aires, de alientos y de soplos nos nutrimos.
Para cruzar el mar de las zozobras necesitamos de "buenos vientos a favor"
Así las brisas amigas nos llevarán al puerto soñado donde están los seres amados
Aquellos ideales que nos inspiran, iluminan y cobijan.
O el lugar de nuestras metas y anhelos donde moran nuestros sueños.
Todos necesitamos que alguien nos aliente en medio de nuestras vicisitudes
Todos necesitamos de una palabra sincera que emerja oportuna como un presente, para nuestro corazón
Que te vaya bien
Qué bien se te ve hoy
Que valiente fuiste en…
Que sabroso cocinas…
Señorita gracias por ser tan amable…
Te cortaste el cabello que bien te queda…
Que interesante lo que dijiste
Me agrada tu sonrisa…, etc.
Nada espectacular pero suficiente para prender el bien.
Porque el mal no se combate con mas mal si promoviendo lo bueno en cada quien.
Todos necesitamos que nos vean con los ojos del corazón
Como nos miran aquellos que nos aman
Que ven nuestro ángulo mejor.
Frente a la materialidad que no tiene ninguna compasión
Que sólo busca el enfrentamiento y que gane el “mejor”
No seas de aquellos que buscan el defecto para sentirse un ser superior
La competencia destruye la humanidad, pero el amor recupera la fraternidad
Cada uno de nosotros posee algo inigualable un don que sólo puede ver un amoroso corazón.
Y eso se hace visible en cada instante cuando nos aprecian como un presente
Como la madre que mira su hijo y piensa que es un regalo de Dios.
A veces pasan, no minutos sino días o hasta semanas para que alguien alimente nuestra alma.
Con el nutriente que da su aliento, su atención y su buena intención
Mirando y fomentando nuestra interna luz e ignorando nuestras limitantes sombras.
Aprendamos a intensificar el fuego de la vida en cada corazón.
Y así avivaremos las llamas casi apagadas en muchos corazones
Lechos de carbones asfixiados por la desesperanza, el dolor y la frustración.
Que con nuestro soplo, con nuestro verbo inspirado desde un corazón aspirado por el muy amado.
Podamos afirmar con San Francisco de Asís:
Donde existe odio ejerzo el poder transformador del amor.
Donde hay ofensa, llevo la divina comprensión.
Donde hay discordia, llevo la unión.
Donde hay duda y desesperanza, llevo fe y confianza.
Donde hay error, llevo tu luminosa verdad.
Donde hay desesperación, llevo la santa alegría de mi corazón.
Y donde hay tinieblas, llevo tu Luz mi señor.
de
Poemas a mi ego, de Eduardo Buenaventura Díaz
1 comentario:
Doctor Buenaventura, tiene una gran facilidad para la creación, siempre está inspirado.
Este poema está genial.
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