Ustedes son los amos de la vida, no los esclavos de la muerte

Si eres lo suficientemente valiente y osado

Entonces atrévete a vivir

De coraje la vida esta hecha, no de lamentosas quejas

Por ello primero debes dejar de morir

Mueres cuando te deprimes

Mueres cuando pierdes la fe

Mueres cuando derrotado y sin salida te sientes estar

Cuando perdiste el aliento del arcángel cuyo nombre es “certeza ti”

Acéptalo, nadie tiene el poder de ayudarte sólo depende de tu decisión

No esperes ayuda del cielo porque el cielo sólo corona  a los atrevidos

No esperes ayuda de la tierra

Porque ella sólo ayuda a los que pisan sobre sus sombras para levantarse

Encuentra dentro de ti la vibrante fuerza de la vida

Los poderes  inherentes que están en de ti

Tu memoria ancestral oscureciste con el dolor y por las  filosofías alienantes

Recuerda, recuerda... eres el hijo muy amado de un campeón, tu alma inmortal

Ella dice que las herramientas del triunfo están en ti mismo

Sólo las extraviaste porque abatido y mirando al suelo caminaste

Y en tu enajenación otros juegos mentales como verdad aceptaste

Tú eres tu creador y tu hacedor y tu único causante

Recuerda el fuego, del cual el sonido es su forma y la luz su presencia

Eso eres tú, no lo que te han hecho creer

Ama a la vida con más fuerza que a la muerte

No te abandones, no perezcas, ni claudiques ante la vida, como una respuesta 

Que no exista, la más minima rajadura en tu bravura

Por donde la duda se pueda infiltrar

Que el pulso de la vida truene más fuerte en ti, que los oscuros redobles de los tambores de la muerte

Y que Eros en tu corazón se corone como rey del súbito Tanatos

Entonces el gozo será más fuerte que el dolor

Porque descubriste al lleno de gloria en ti

Y entonces te darás cuenta que el cielo está arriba como suele y debe estar

Y entonces albergarás más de esperanzas que desánimos

Y disfrutarás del placer del pulsar de la vida

De la vibrante corriente que corre por tus venas

Y descubrirás que las olas son bellas porque son grandes y peligrosas

Y ya no aceptarás una vida simple como digna

Si no aquélla que demarque los retos dignos de tu coraje

Y te alegrarás de estar vivo y que las cicatrices del dolor y del sufrimiento

Engalanen como condecoraciones tu rostro y tu pecho

Amen vivir, así la muerte sin su permiso nunca los podrá tocar

Y el día de la partida ustedes cuando deseen la podrán tomar

Ustedes son los amos de la vida, no los esclavos de la muerte

Ni la gran oscuridad puede opacar a la luz, ni el infinito universo

Más un trazo de luz puede exorcizar mil años de oscuridad

Atrévete a vivir.

Del libro Poemas a Mi Ego, de Eduardo Buenaventura Díaz